La Perinola: Cuidado de uno mismo
Por Álex Ramírez-Arballo
He estado leyendo recientemente algunos ensayos filosóficos en torno a un concepto que me parece harto interesante: el cuidado de uno mismo. Se trata de un ideal de práctica concreta de la libertad, que no desarrollaré más por falta de tiempo, aunque sí trazaré algunas líneas que puedan sugerirte la práctica de un deber que yo considero esencial para el cumplimiento de nuestras vidas: la responsabilidad.
Todos los seres humanos estamos acotados por circunstancias que nos limitan y definen, como la edad, la situación económica, la salud, entre algunas otras. Es decir, somos criaturas sometidas y condenadas a desaparecer; esto suena terrible, pero es lo que es, es lo que somos. Contra el fatalismo de quienes consideran la vida como una maldición, todos podemos, sin importar cuáles sean esas circunstancias limitantes, imponerle a nuestros días un conjunto de actos que se conviertan en experiencias dadoras de sentido. No estoy hablando de las fórmulas falaces de los manuales de auto ayuda, que suponen existe un solo camino para que la persona se “realice” Nada más falso: cada uno de nosotros es único y necesita darles respuestas igualmente únicas a la vida.
Cuidarnos a nosotros mismos es conocernos, saber que somos débiles, pero que poseemos voluntad y, sobre todo, la posibilidad de desarrollarla para incidir en la vida y modificarla. Cuidarnos a nosotros mismos es conocernos, escucharnos y atendernos, saber que somos un cuerpo que siente y desea. Cuidarnos a nosotros mismos es renunciar a la soledad empobrecedora de los que han abandonado por cobardía el espacio social, que es nuestro verdadero hogar. Cuidarnos a nosotros mismos es responder a los dolores del mundo con dignidad y entereza. Cuidarnos a nosotros mismos es renunciar a la “sociedad del éxito” y su crueldad impuesta en cada uno de nosotros en esta sed de consumo y prestigio buscado a golpe de Instagram. En fin, se trata de una actitud de cara a la vida, una actitud consciente y de entrega diaria a un proyecto personal que no ignora el misterio que entraña la existencia humana. He vivido lo suficiente como para darme cuenta de que el demonio es real y habita la mente de cada uno de nosotros; separarnos de ese abismo de horror que son los pensamientos circulares es ejercer nuestro poder más hermoso. Jesucristo nos recordaba el deber de amar al prójimo como a uno mismo; el problema es que muchos de sus seguidores han buscado anularse a ellos mismos en la entrega a los demás: no puede darse lo uno sin lo otro. Quien no cuida de sí mismo no puede ser ni libre, ni sabio, ni puede compartir nada de valor con nadie: es una auténtico condenado al olvido.
Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com