La Perinola: La cultura de la nostalgia
Por: Álex Ramírez-Arballo
Creo que pertenecemos a una cultura profundamente nostálgica. Quiero decir que vivimos de cara al pasado, buscando en el ayer algo que nos consuele de las penas del momento actual y que, sobre todo, nos exima de la responsabilidad de construir el futuro, algo a lo que no podemos renunciar si es que nos consideramos bien nacidos.
“Todo tiempo pasado fue mejor”, se dice, pero esto no siempre es así. Pensemos en los avances tecnológicos y en todo lo que han hecho para que en el momento actual tengamos una vida mejor; a mí me parece que la nostalgia nos confunde y hace que menospreciemos algo que no es menor: nuestra vida actual.
El nostálgico es en esencia un idealista en retrospectiva que evade sus deberes colectivos y personales, alguien que no cree sino que cree que creer. No recuerda sino que imagina.
Nos horrorizamos de lo que vemos: la pobreza, la violencia, la marginación, el abuso, la desigualdad; sin embargo, poco o nada hacemos por conocer con detalle lo que el pasado fue. Nos sorprendería lo que ahí seguramente íbamos a encontrar: una situación parecida a la de hoy, pero mucho más intensa y desesperanzada.
¿Cómo podría ir bien un país en el que los ojos están puestos en lo que supuestamente fue y no en lo que ciertamente puede ser?
Creo que la nostalgia como forma de vida es una lacra que cierra puertas y siembra injusticias; nuestro lugar no es el pasado sino el aquí y el ahora, con nuestras circunstancias actuales, con nuestra realidad muy particular. ¿Cómo podría ir bien un país en el que los ojos están puestos en lo que supuestamente fue y no en lo que ciertamente puede ser?
No hablo de olvidarnos del pasado, no, sino de darle el lugar que se merece, que es el de la lección aprendida. Creo que quien se olvida de lo vivido es un auténtico “burro” que no aprenderá nunca nada porque no es capaz de convertir los hechos en experiencia. Pero no olvidemos algo: uno aprende para hacer de ese nuevo conocimiento el instrumento que le sirva para enfrentar la vida, que es siempre algo que está por suceder, algo que necesita de nuestra intervención para que suceda de la mejor manera.
No, no es cierto que todo tiempo pasado fue mejor; tampoco es cierto que todo tiempo futuro lo será, pero puede serlo, y esta es una diferencia que vale la pena entender por el bien de todos.
Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com
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