Emmanuel Urquieta y la primera misión a Marte
Originario de la Ciudad de México y con apenas 32 años de edad, tiene a su cargo la administración de 40 protocolos de investigación basados en los riesgos médicos para la misión al planeta rojo.
Por Mónica Valdivia
Pensar en una mente brillante con personalidad sencilla, es pensar en Emmanuel Urquieta Ordoñez, el mexicano que actualmente forma parte del equipo que prepara lo que será la primera misión de astronautas a Marte.
Emmanuel estuvo este fin de semana en Ciudad Obregón, a donde viajó desde Houston, Texas, lugar en el que se desempeña como administrador senior de investigación en el Instituto de Investigación Traslacional para Salud Espacial, que trabaja en conjunto con la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés).
Originario de la Ciudad de México y con apenas 32 años de edad, tiene a su cargo la administración de 40 protocolos de investigación basados en los riesgos médicos para la misión al planeta rojo.
En resumen, su tarea y la del equipo que lo rodea, es desarrollar protocolos de cuidados autónomos que les permitan a los astronautas que viajen a Marte, sin ser médicos, enfrentar las adversidades en materia de salud que se les presenten durante la misión.
Urquieta estudió medicina, después emigró al estado de Ohio, Estados Unidos donde hizo un posgrado en Medicina Aeroespacial.
Posteriormente participó en una misión de simulación a Marte en la que durante 30 días, estuvo con otras tres personas en lo que llamó una “lata de aluminio del tamaño de una sala-comedor promedio mexicano”, que le dio el pase al Instituto donde labora desde hace tres años.
Emmanuel dice trabaja con gente muy joven, contrario al imaginario colectivo, quienes se sorprenderían de lo que son capaces de hacer personas a una corta edad en materia de medicina aeroespacial.
“Para mí es un gran orgullo trabajar ahí, es mi trabajo de todos los días y es interesante ver cómo mucha gente lo ve como algo fuera de este mundo, pero trabajamos con gente común y corriente, se enferma, que quiere salir en la tarde para ir con su familia”, comenta.
En su participación en el TEDxNainari, que se llevó a acabo la tarde del sábado en el CEEN del Itson, habló de los beneficios para la tierra de la misión a Marte.
“Es difícil hacer la conexión pero sería beneficio sobre todo para comunidades marginadas, pequeñas, alejadas de las grandes ciudades y que no tienen acceso a la salud, porque estos protocolos que se desarrollen de cuidados autónomos permitirían atender medicamente a las personas de esas comunidades sin la necesidad de un médico”, comentó.
Para llegar a donde está, menciona que trabajó duro y aunque pensó que sería difícil, sabía que no era imposible.
“Sigan sus pasiones por más difíciles, inalcanzables que parezcan, no hay nada inalcanzable mientras uno tenga la pasión y perseverancia de hacer las cosas”, añade.
Fotos: Mónica Valdivia