sábado, noviembre 23, 2024
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Basura celeste: Oscar Hahn y la escritura a cuestas

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Por Ricardo Solís
Cualquier lector interesado en la poesía de lengua española sabe que el poeta chileno Oscar Hahn (Iquique, 1938) es uno de los más reconocidos autores de Latinoamérica –y no ignora que, entre otros reconocimientos, obtuvo el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en 2011– y que, para aquellos que busquen un título del autor que les permita acercarse al conjunto de su obra, no viene mal como como consejo que adquieran su volumen de poemas titulado La primera oscuridad (FCE, 2011) que, entre muchas de sus virtudes, no es muy extenso ni representa una compra onerosa.

El libro, en la elegante sobriedad de su presentación, se presenta como un conjunto de poemas que, si acaso evidencian algo, es el tono pausado de la contemplación –reflexiva, la mayoría de veces– y la sorpresa cotidiana que se oculta en un lenguaje más cercano a la prosa que en obras anteriores del autor pero, respecto de esto, en una entrevista reciente ya había referido el propio Hahn que “mis últimos libros tienen una tendencia muy fuerte a lo fantástico, con muchos elementos que, normalmente, aparecen en la narrativa”.




Así las cosas, en La primera oscuridad el registro temático aborda –sobre todo– la cotidianidad en que “sucede” el amor, puesto ante el lector a través de sencillos esquemas situacionales pero transfigurado por un lenguaje que entrecorta no su flujo rítmico pero sí su sentido (algo que produce un notable efecto de multiplicidad para las evocaciones o la pretensión hermenéutica).

Con todo, por supuesto, aquellos “elementos” que –desde su declaración– asocia el poeta con la narrativa no deben distraer la atención de sus capacidades formales, rigurosas y ancladas en la tradición, aunque siempre campean entre referencias puntuales (en un primer momento) de sucesos que rayan en lo doméstico pero que, detrás de esa cámara de ecos que es el verso, se pueden “diseccionar”, si se quiere, por medio de una bien dispuesta lectura (aquella que significa un arduo goce de recompensas rara vez transferibles).

Lo anterior, en el registro que –sin apariencia– mantiene Hahn en este libro, se percibe directamente al dar con el título mismo de la obra y leer: “mi pasado está/ en la primera oscuridad”; esto es, la preeminencia es para el tiempo (el gran tema o la gran cuestión en toda literatura), de otra manera no sería posible brindar esa impresión de unidad que, ante la variedad temática, ofrece detectar la elección del soneto para cierto poema, alguna cita (y su reverberación) de T. S. Eliot o el retomar un verso de Manrique como pretexto para la escritura.




A riesgo de merecer la hoguera vituperante de la crítica sagaz (la de a de veras, pues), puede decirse que el término que mejor parece describir esta poesía que entrega Hahn en La primera oscuridad es “finura”; una palabra que une destreza con conocimiento del oficio, la urgencia de decir y la “forma mejor” –Lezama dixit– para la azarosa empresa de escribir, las trampas que se generan en las nupcias entre la fe y la evidencia que nos rebasa.

Después de todo, más allá de la lección –de tenue contundencia– que este libro ofrece, más importante sería no perder de vista que se está de cara a “una escritura sin traiciones” (un detalle que, sobre el autor, ya consignó antes Gonzalo Rojas, por ejemplo) que se pone en entredicho sanamente y nos recuerda la profundidad de lo cotidiano. Nutrido en la experiencia del exilio –casi 40 años radicó en los Estados Unidos–, Hahn sabe, recuerda y vive, siempre, que el poeta es ese hombre que camina “de pueblo en pueblo/ con su lluvia a cuestas”. Y para los poetas, hay que referirlo, esto debería ser siempre.




Ricardo Solís (Navojoa, Sonora, 1970). Realizó estudios de Derecho y Literaturas Hispánicas en la Universidad de Sonora. Ha colaborado en distintos medios locales y nacionales. Ganador de diferentes premios nacionales de poesía y autor de algunos poemarios. Fue reportero de la sección Cultura para La Jornada Jalisco y El Informador. Actualmente trabaja para el gobierno municipal de Zapopan.


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