Celuloide: De pájaros, murciélagos y epidemiólogos
Por Jesús Ricardo Félix
Sin tener acceso a las salas de cine por las medidas de protección contra el nuevo virus, está semana recurrimos a un clásico: The Birds (1963) del gran Alfred Hitchcock. La película comienza con el tono de un romance entre los personajes principales: Melanie Daniels y Mitch Brenner. Melanie es una joven burguesa que radica en San Francisco, visita una tienda de mascotas donde conoce al abogado Mitch, al parecer quedan atraídos desde el primer encuentro. Ella lo persigue hasta Bodega Bay una bahía ubicada en el estado de California. Es en esta pequeña localidad donde se desarrolla la trama de la película donde el ave, este animal que parece tan inofensivo, se transforma tras la lente de Hitchcock en un obscuro villano. Está es una característica particular que podemos subrayar en el cine de Hitchcock, rompe los estereotipos al utilizar villanos poco comunes, incluso podríamos decir que prescinde de los villanos, acaso nos sugiere que los personajes son tan solo instrumentos de maldad dentro de sus historias. Peter Bogdanovich decía que a Hitchcock gustaba de retratar al hombre como un ser arrogante que sintiéndose superior menosprecia la naturaleza. En The Birds la naturaleza, a través de seres inofensivos como los pájaros, se vuelve en contra del hombre representando una amenaza para su status quo ¿Esa analogía les recuerda a algo? Independientemente de que los murciélagos sean mamíferos voladores y que los chinos no hayan convertido a Batman en una sopa, el virus en boga ha permitido hacer a un lado el protagonismo exacerbado del hombre para darle un respiro a los otros seres vivos en el planeta.
Siguiendo con la película, el enemigo silencioso contempla el desarrollo de la trama desde los tejados y cables de luz. Como se acostumbra en la filmografía de Hitchcock el suspenso va permeando poco a poco. Si nos ponemos a pensar las grandes obras del director británico siempre nos evocan imágenes o escenas donde los diálogos pasan a segundo término. La más famosa de ellas es la escena de la bañera en Psycho (1960). Por otro lado los sonidos o la música tiene mucho que ver con la atmosfera que construía. En el caso de The Birds el director experimenta mucho con los silencios. Hay escenas clave donde pasan minutos y los personajes no hablan, por el contrario el aleteo y graznido de las aves van contribuyendo al estrés al que Hitchcock va empujando a sus espectadores. Otro elemento Hitchcockiano presente en la trama es el de la psicoanálisis. Los personajes están envueltos en relaciones emocionales casi freudianas donde en el caso de esta película el Edipo de Mitch permea la relación con su nueva pareja. Desconozco el efecto que la película habrá tenido sobre la audiencia a inicios de los sesentas pero estoy seguro que no pasó desapercibida. El despliegue técnico para lograr escenas como la de la gasolinera, las tomas aéreas y en general los ataques de los pájaros debe haber resultado bastante complejo. Se dice que para lograr transmitir más realismo el director mezclaba pájaros robot con reales por lo que entrenadores de aves apoyaban la filmación. La actriz principal Tippi Hedren que es activista por los derechos de los animales, sufrió crisis nerviosas durante la grabación por lo que se debió ausentar algunos días, sobre todo por la escena del ataque final en la habitación. Para finalizar me pregunto ¿Quién sabe el motivo del porque en esta pandemia la mortalidad es mayor en varones que en mujeres? ¿Porque en unos países parece incidir más fuerte que en otros? ¿Porque los medios insisten a diario en hablarnos de celebridades que contraen la enfermedad pero nunca nos dicen cuando se alivian? ¿La sangre tipo O es menos proclive a la enfermedad? Ningún medio nos dijo si las mascotas lo transmitían, si los alimentos eran portadores, si el dinero que intercambiamos a diario nos podría contagiar del famoso virus. (Lo tuvimos que investigar en las redes ¿Qué no?) En fin en estos días de encierro, pánico y desinformación que nos transforma a todos en epidemiólogos, compradores compulsivos y bacteriólogos conviene desconectarnos de la ansiedad colectiva con la filmografía de los grandes directores como Alfred Hitchcock.
Excelente reseña, Alfred Hitchcock su eterna devoción por la maldad humana y por ver sufrir a los espectadores uno de los mejores de la historia. Saludos.