Celuloide: Sherlock Freud

Por Jesús Ricardo Félix
Hace algunos años mientras me encontraba con unos amigos en un bar, un grupo de personas se acercó a platicar con nosotros. Al presentarnos primero uno de mis amigos mencionó que yo había estudiado psicología. Una de las mujeres del otro grupo dijo que si así era yo podría entonces adivinar que había estudiado cada uno de ellos. Esto provoco algo de risas entre nosotros, al entender que la psicología se sigue percibiendo como una ciencia mágica. Ni que decir de las personas cuando sabes que estudias el comportamiento humano piensan que puedes leer la mente o adivinar el futuro. Esta pequeña introducción es un poco la razón de mi decepción con la miniserie del padre de la psicoanálisis. Freud (2020) es una serie de televisión dirigida por Marvin Kren producida por producida entre Alemania, Austria y República Checa. Los protagonistas son Robert Finster y Ella Rumpf quienes interpretan a Freud y Fleur respectivamente. El personaje de Fleur está basado en Lou Andreas-Salomé. Una escritora y filosofa con bastante carisma que interactuó con figuras como Nietzsche, Rilke o el mismo Sigmund Freud.

Entendemos que las series están producidas pensando en el negocio del entretenimiento pero creo que terminaron convirtiendo a Freud en una especie de Sherlock Holmes. Los nombres de los capítulos hacen referencia a temas o libros que efectivamente Freud escribió como Histeria o Tótem y tabú pero el desarrollo de la serie solo deja espacio a la ficción. Es así como Freud se convierte en un detective casi paranormal que se vale de la habilidad psíquica de Fleur para tratar de impedir o resolver algunos crímenes.

Freud tuvo realmente su historia con la cocaína, durante varios años llego a consumirla y a recomendarla entre pacientes familiares pensando que había encontrado la droga milagrosa. Hay que recordar que Freud intentaba impresionar a la comunidad científica de Viena. Años después se daría cuenta de su error al comprobar el deterioro intelectual y la condición adictiva que provocaba su elixir. Incluso llego a escribir un artículo sobre ella llamado Über coca.

También es cierto que utilizo la hipnosis por varios años en su experiencia como terapeuta pero la descarto como herramienta de tratamiento al encontrar otros caminos para acceder a lo que él llamaba el inconsciente. Métodos como la catarsis, los sueños o la asociación libre se convertirían en el sello de su doctrina psicoanalítica.

En la serie nos describen al personaje de Sophia von Szápáry con poderes mágicos que al hacer contacto con una persona es capaz de hipnotizarla al punto de convertirla en autómata sin voluntad capaz de asesinar. Freud llego a considerar que la mayoría de las personas eran hipnotizables, pero que las hipnosis profundas eran solo posibles solo en un pequeño número de personas. Que la hipnosis depende más de la voluntad del paciente que de la voluntad del hipnotizador.

Lástima de producción, y que me disculpe Arthur Conan Doyle por utilizar el nombre de su personaje que es bastante ingenioso. Ojo que no estoy diciendo que estaban obligados a hacer una biografía al pie de la letra acerca de Freud, pero ¿de verdad tenían que haberlo convertido en una telenovela con zombies, fantasmas y brujas que son capaces de adivinar el futuro? Lo más triste es que en la calle la gente sigue pensando que los psicólogos tenemos poderes sobrenaturales y podemos leer la mente.

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