La Policía Energética: ¿Qué pago cuando pago mi recibo de luz?
Por Ana Sotomayor
Prometí contarles sobre el asunto de la Policía Energética. Resulta que, mientras hacía mi maestría y como parte del proyecto de tesis, hice las funciones de supervisión energética, que no es más que una revisión tipo papá de adolescente, donde vigilaba que la temperatura del aire acondicionado no estuviera muy baja, y que mientras estuviera encendido se mantuvieran puertas y ventanas cerradas; que se apagaran las luces y computadoras cuando no eran necesarias y se desconectaran cafeteras; entre algunas otras cosas. Era una supervisora muy latosa, que rondaba por todas las oficinas apagando luces y aparatos desocupados y señalando a quienes usaban mucha energía, dejando puertas abiertas. Así que después de unas semanas todos me conocían como la policía energética aunque estoy segura de que algunos me tenían apodos peores.
Ahora bien, en cuanto al tema de esta colaboración, durante muchos años, incluso en edad adulta, al ver mi recibo de CFE me encontraba con números y mediciones que no me decían nada. Era más fácil verlo, fingir sabiduría y no discutirlo. La única referencia real que tenía, era ver el medidor, e incluso ahí, leerlo era complicado.
Pero resulta que me encanta el tema, una de mis pasiones desde pequeña es la física, más específicamente la energía. Así que cuando salió la oportunidad de saber de energía, electricidad para ser específicos, me subí de inmediato a ese tren. Todo esto va porque en los siguientes párrafos intentaré explicar qué es lo que pagamos en el recibo de la luz.
Todos en casa tenemos una serie de aparatos de todo tipo que utilizan electricidad. Cada uno de estos aparatos tiene un CONSUMO, es decir necesita una cantidad de energía (VATIOS O WATTS) durante un tiempo para poder funcionar. Este consumo, está representado por los famosos kilowatts hora (kWh). De tal manera que tienes que sumar todo lo que hay conectado y funcionando al mismo tiempo. En la gran mayoría de estos aparatos podemos encontrar una etiqueta en la parte posterior (En los refrigeradores está en la puerta), donde nos dice cuáles son los rangos del consumo, esta diferencia es por usar el aparato de manera eficiente o no.
Ahora bien, es súper importante definir que todo dispositivo que calienta con electricidad es un gran consumidor de energía. Por ejemplo, un aire acondicionado de una tonelada puede consumir lo mismo que un horno eléctrico o apenas un poco más que una cafetera.
Hasta ahí estamos bien, ahora, veamos qué pasa con el recibo de CFE.
Resulta que existen diferentes tarifas, dependiendo de las temperaturas promedio en el verano del lugar donde vivimos. En Hermosillo, por supuesto que somos de los que tenemos de las temperaturas más altas, así que, en tarifas domésticas tenemos dos opciones: 1F y la temida DAC.
La 1F tiene subsidios, además de que nos permite un mayor uso de kWh antes de subir los precios. De tal manera que para los primeros 300 kWh tenemos un precio muy bajo, más o menos por los 60 centavos por kWh, luego tenemos un consumo intermedio que puede ir desde los 75 centavos hasta 1.90 pesos hasta llegar a un límite de consumo de 2500 kWh mensuales. De ahí en adelante, se le llama consumo excedente y es carísimo, apenas por debajo de los 3 pesos por kWh. Así que cuando te llega un recibo casi por el doble o el triple del anterior, no necesariamente significa que consumiste el doble o triple de electricidad. Por ejemplo si en Febrero consumiste 900 kWh, tu recibo llegará más o menos en 630 pesos. Pero si en Mayo consumiste 1,800 kWh, el recibo te llegará por 1,995.
Esta es la tarifa 1F, pero en la tarifa DAC (doméstica de Alto Consumo) no hay subsidio. Si una casa con tarifa 1F promedia durante todo un año por arriba de los 2500 kWh, automáticamente se convierte a tarifa DAC con un cargo fijo mensual cercano a los 100 pesos a lo que se le suma un poco más de 4 pesos por kWh. Esto es importante, porque al ser un promedio volver a la tarifa 1F no es rápido. Por ejemplo, si has estado gastando 2700 kWh mensuales durante todo un año, de pronto disminuir tu consumo a 2200 apenas bajará el promedio a 2660. Para que sea más visible, les pondré un ejemplo de cómo se vería el recibo para 2700 kWh en ambas tarifas en Junio de este año.
Para Tarifa 1F
Para Tarifa DAC
Cómo verán la diferencia es enorme. Hay que monitorear continuamente nuestros consumos y asegurarnos de que no traspasemos el promedio de los últimos 12 meses. Si tienen preguntas, no duden en comentar en la publicación de Facebook, trataré de responder sus dudas generales.
Creo que este es apenas el primer paso para un consumo eficiente de energía. Tenemos que saber el qué, para encontrar el cómo.
Estoy consciente de que es un tema escabroso, pero espero haber podido echar un poco de luz a esta caja negra. Cómo verán el tema me encanta, así que si regresan, la próxima semana les daré tips para mejorar su uso de la energía, en lo que es mi especialidad: la Eficiencia Energética.
Ana Sotomayor es graduada en Administración de empresa y candidata a maestría en Sustentabilidad (si todo sale bien). Su experiencia profesional incluye proyectos de eficiencia energética y energías renovables, y es una hábil profesional en el sector de la administración de la energía. Sus habilidades incluyen el identificar, evaluar y presentar de una manera entendible las oportunidades en el uso eficiente de la energía y sus aplicaciones. Tiene experiencia en servicios de consultoría de sustentabilidad y ha presentado soluciones y programas eficaces de manejo eficiente de la energía para distintos clientes incluyendo el sector privado, y gobiernos estatales y municipales. Actualmente tiene su propia firma de consultoría dedicada a la realización de auditorías energéticas, perfiles de consumo de energía, capacitación y trámites para la participación en el Mercado Eléctrico Mayorista. Su experiencia anterior incluye puestos administrativos y financieros en industrias medianas.