La Policía Energética: El Descubrimiento de Tula, violaciones a la norma
Por Ana Sotomayor
Bienvenidos de nuevo. Hoy les quiero hablar de un tema muy relevante y actual: el día de ayer una agencia de noticias (Reuters) informó que CFE violó una reglamentación ambiental durante años en Tula, Hidalgo.
En México la energía eléctrica se genera principalmente por procesos térmicos, es decir, a través de quemar algún tipo de combustible. El 73% de las plantas en el país usan este proceso, ya sea por gas, carbón o combustóleo. El combustóleo es el desecho que se produce después de convertir el petróleo en gasolina y se considera el combustible más contaminante. La planta de Tula en Hidalgo usa combustóleo.
Ahora bien, poniéndonos en contexto; primero, México tiene una mezcla de petróleo que es muy pesada, y entre más pesada, mayor combustóleo se genera. Segundo, a partir de enero de este año, el combustóleo que se vendía a otros países para uso marítimo ya no puede ser exportado, ya que entró en vigor una nueva norma por la que el azufre, presente en el combustóleo, no debe pasar de cierto nivel y el producido en México no cumple esa norma. Así que nos quedamos con una producción de combustóleo más sucio del que se usa en el resto del mundo y solo un lugar donde usarlo: CFE.
Pero el asunto más grave es que, sabiendo la cantidad de gases nocivos que se generan por la quema de combustóleo, México tiene normas y reglamentaciones que buscan regular los límites de esos gases. Así, la industria que utiliza este combustible debe monitorear, reportar y controlar tanto la calidad del combustible como de las emisiones para evitar todo aquello que preferimos no respirar.
Y aquí viene el tema de hoy, la norma mexicana para combustóleo es de las más laxas en el planeta y resulta que CFE durante al menos 4 años, del 2014 al 2019, violó esta norma en su planta de Tula, sabiendo que sus niveles estaban prácticamente al doble de los límites permitidos. Reuters tiene en su poder documentación interna de CFE que confirma que lo sabían. Lo que no se puede ahora confirmar es si continúan utilizando ese combustible y violando la norma. No quiero especular, pero los antecedentes no me dan mucha esperanza.
Finalmente, era obvio que si no cumplieron con el combustible, también prefirieron no monitorear el dióxido de Azufre, gas que se genera con la quema del combustóleo a pesar de que también lo requiere la ley.
Cabe mencionar que los efectos de los gases generados por la quema de combustible con altas concentraciones de azufre son devastadores para la salud e incluyen bronquitis crónica, ciertas formas de cáncer y hasta la muerte. La ley contempla multas por ello, pero sin importar la cifra, el costo para la población siempre es muy alto.
En este país tenemos leyes, reglas y normas que buscan reducir estos efectos, pero necesitamos autoridades que hagan que se cumplan de forma expedita.
Aquí les dejo una foto de la planta de Tula de mayo de este año. (Tomada de Twitter @JoshuGV)
De nuevo terminaré diciendo que nos corresponde a todos poner nuestra gota para crear la ola verde, aprendiendo a valorar y cuidar lo que la naturaleza nos proporciona; y en este caso en particular, exigiendo que se tomen las medidas necesarias para que se cumplan las reglas y normas que nos protegen.
Se despide de ustedes una policía energética muy enojada y aprovecho dejarles mi correo Sotomayor.anam@gmail.com por si quieren comentar, preguntar u opinar.
Gracias a La Chicharra y hasta la próxima semana
Ana Sotomayor es graduada en Administración de empresa y candidata a maestría en Sustentabilidad (si todo sale bien). Su experiencia profesional incluye proyectos de eficiencia energética y energías renovables, y es una hábil profesional en el sector de la administración de la energía. Sus habilidades incluyen el identificar, evaluar y presentar de una manera entendible las oportunidades en el uso eficiente de la energía y sus aplicaciones. Tiene experiencia en servicios de consultoría de sustentabilidad y ha presentado soluciones y programas eficaces de manejo eficiente de la energía para distintos clientes incluyendo el sector privado, y gobiernos estatales y municipales. Actualmente tiene su propia firma de consultoría dedicada a la realización de auditorías energéticas, perfiles de consumo de energía, capacitación y trámites para la participación en el Mercado Eléctrico Mayorista. Su experiencia anterior incluye puestos administrativos y financieros en industrias medianas.