La Yaquesita: más que una canción de amor, un himno para Sonora
Por Ignacio Lagarda Lagarda
Hay una canción regional que al paso del tiempo se ha convertido en la música que identifica al estado de Sonora, con todo el respeto que se merece “Sonora Querida”, el corrido dedicado a nuestro estado, seguramente porque se refiere a la tribu sonorense que más se conoce más allá de las fronteras estatales.
Me refiero a “La Yaquesita”, compuesta por un artista también sonorense conocido en el mundo artístico como Manuel Rodrigo “El yaqui”.
Sin embargo, más de cuarenta años después de haber sido compuesta, ¿Cuántos sonorenses conocen a su creador y a la mujer que la inspiró?
A continuación, la historia de ambos personajes:
El compositor
Manuel Rodrigo Gocobachi Figueroa, nació el 08 de enero de 1944, en Casas Blancas, una comunidad indígena yaqui perteneciente a la comisaría de Vícam, localizada a unos cinco kilómetros de Vícam switch, rumbo a Vícam Pueblo, la capital política de la nación Yaqui,3 en el municipio de Guaymas, Sonora.
Hijo de Jesús María Gocobachi Ibarra, originario de Minas Nuevas, Álamos, Sonora y de María de Jesús Figueroa Alcaraz, oriunda de Basconcobe, Etchojoa, Sonora.
En su pueblo vivió hasta los cuatro años, ya que su familia se trasladó a la comunidad de Tiriscohuasa, municipio de Etchojoa, en el Valle del Mayo, porque su papá se hizo ejidatario y le dieron tierras en San Pedro Río Mayo, y fue donde aprendió el dialecto Mayo.
Tiriscohuasa (tirisco=trigo y huasa=poposagüi) es una pequeña comunidad indígena situada entre el viejo canal de la comunidad -que toca la cabecera de Etchojoa- por el rumbo del panteón y la ribera izquierda del Río Mayo; su población se encuentra ubicada entre Las Guayabitas, Basconcobe, el Campo 9 y La Vasconia, un entorno rodeado de trigales y variada vegetación.
Se trata de un pequeño caserío de adobe, carrizo y ladrillos, habitado por trabajadores agrícolas, agricultores en pequeño y ganaderos. En el pueblo abundan los yoyomos, los mangos, las palmeras, los girasoles, las bugambilias, las pingüicas y los mezquites. También pequeños establos de vacas y borregos.
A la edad de 18 años su abuela le pidió la acompañara para ir a ver a María Mátuz, una indígena yaqui y la más famosa curandera tradicional y chamana de su tribu en México, que vivía en Casas Blancas.
Después de atender a su abuela, la curandera tomó las manos de Manuel Rodrigo y le dijo, viendo a la abuela: “Este muchacho va llegar muy alto algún día y verá su nombre en letras grandes de colores”.
A partir de entonces, el muchacho empezó a interesarse por la música y especialmente por la composición, pero no fue hasta que entrados en sus veinte años cuando empezó a componer formalmente.
A los veintiuno, se fue a Chihuahua a la escuela de Leo López, donde cursó la carrera de piloto aviador, misma que culminó en seis meses, pero la abandonó y que – a petición de su madre, luego de un accidente del cual- conserva marcas en su rostro.
En 1972, el canal 2 de televisión local en Ciudad Obregón, convocó a un concurso de canto entre aficionados de Sonora y Sinaloa, al que Manuel Rodrigo se inscribió, ganándolo indiscutiblemente cantando la tradicional canción yaqui “Flor de capomo”, compuesta en 1945 en honor a una hermosa joven yaqui originaria de Bataconcica de nombre Rosita Valencia.
Fue ese año en que decidió dedicarse a componer canciones formalmente y empezó con la primera de ellas: “La yaquesita”.
Ya con un poco de fama regional, en 1973 recibió la oportunidad de grabar su primer disco ya con su nombre artístico Manuel Rodrigo “El yaqui”, grabando “La yaquesita” con el grupo Jesse y sus gitanos, con quienes grabó muchas más a lo largo de su carrera. La canción se difundió por todo el noroeste de México.
El compositor alternaba su vida cantando sus canciones en los valles del yaqui y mayo y dedicándose a las labores del campo.
Una mañana de aquellas, llegaron unas personas a la casa de su madre en Tiriscohuasa, preguntando por él y ella les respondió que no estaba porque se había a España.
Los hombres sorprendidos por la fama que el cantante había alcanzado ya, decepcionados comentaron que de haber llegado tres días antes podrían haberlo alcanzado.
Antes de irse, le preguntaron a la señora cuando regresaba su hijo y ella sin mover un músculo del rostro les contestó que a eso de las cuatro regresaría a comer.
Los visitantes no supieron si reírse o enojarse por la respuesta de la mujer y le respondieron
– ¿Está segura señora?
– Si, contestó ella, anda plantando tomates en el ejido España, aquí cerquita de Bacobampo.
El artista llegó puntual a casa de su madre y por primera vez en su vida firmó un contrato fuera de su tierra. Iría a cantar a Mexicali, Baja California, donde ya tenía una bien ganada fama por sus canciones en la radio, pero nadie lo conocía.
Hizo el viaje a la frontera bajacaliforniana y grande fue su sorpresa al ver su nombre en la marquesina de un centro de fiestas llamado Rancho Grande con letras grandes y luminosas con gas neón.
Un flashazo con el recuerdo de María Mátuz, la chamana de su pueblo Casas Blancas, se le vino a la memoria.
A partir de entonces la fama y el éxito se le vinieron encima y viajó por toda la república mexicana y muchas ciudades de los Estados Unidos de América, cantando y componiendo más canciones.
A lo largo de más de cuarenta años de carrera artística, Manuel Rodrigo “El yaqui” compuso 47 canciones, entre ellas “Tu nuevo cariñito”, “Río viejo”, “Pero qué bonito”; y grabado 57 discos.
Su canción “La yaquesita” ha sido grabada por 57 grupos musicales y solistas.
Manuel Rodrigo Gocobachi Figueroa se casó con María del Rosario “Chayoli” Doumerc Gracia, originaria del rancho San Andrés a orillas del alto río mayo – frente a la antigua población de Macoyahui – con quien tuvo a Lilia Lisbeth y Edgardo y años después se divorciaron.
Manuel Rodrigo se casó de nuevo con una mujer de Las vegas, Nevada, con quien tuvo cuatro hijos.
La Yaquesita
Hasta ahora, los residentes del alto río Mayo creímos que Manuel Rodrigo le había dedicado la canción La yaquesita a su primera esposa María del Rosario “Chayoli” Doumerc Gracia, en razón de que en uno de los versos dice “Y yo les contesto a todos que yo me caso con Yoli”, pero no fue así, la inspiradora de la canción se llama Yolanda (Yoli) Segura Cruz, a quien conoció El Yaqui a principios de los setenta en Pótam y ahora reside en San Luis Río Colorado, de la que se enamoró pero ella no le hizo caso, y seguramente ni ella sabe que es la famosa Yaquesita.
La Yaquesita
(En español)
Yo tengo una yaquesita
Que quise mucho en Sonora
Y cuando ella baila cumbia
El que la ve se enamora
CORO:
¡Ay mi yaquesita!
¡Ay mi yaquesita!
Tú tienes un cuerpo hermoso
Que pareces sirenita
Y todos los yaquis dicen
¡Pues que traes hombre yori!
Y yo les contesto a todos
¡Que yo me caso con Yoli!
CORO:
¡Ay mi yaquesita!
¡Ay mi yaquesita!
Tú tienes un cuerpo hermoso
Que pareces sirenita
Y todos los yaquis dicen
Cuando les toco las tumbas
Y toda la gente baila
Porque les gusta esta cumbia
CORO:
¡Ay mi yaquesita!
¡Ay mi yaquesita!
Tú tienes un cuerpo hermoso
Que pareces sirenita
(En dialecto Yaqui)
Ylihia tajipure
Sonora po tusanake
Cuyu cumbia tu cuyeye
Diya meme namorarua
CORO:
Ay mi yaquecita
Ay mi yaquecita
Cuyuri tiempo taka
Cuchubia gua mutua vedna
Cu yaki te juneleagua
Yorimboi ta sugueya
Inapo simen chume
Yori tane gunakeya
CORO:
Ay mi yaquecita
Ay mi yaquecita
Cuyuri tiempo taka
Cuchubia gua mutua vedna
U Yaqui tejuneliagua
Yorempo jita sugueria
Inapo simen Chome
Yolita necunaque
FUENTES CONSULTADAS
GOCOBACHI Figueroa Manuel Rodrigo. Entrevista telefónica y por correo electrónico. Abril-julio del 2013. Caborca, Sonora.
DOUMERC Gracia María del Rosario “Chayoli”. Entrevista por correo electrónico. Enero-Abril del 2013.
PACHECO Bulmaro. El yaqui… mayo. Publicado en internet.