Celuloide: Lupin
Por Jesús Ricardo Félix
Es una serie francesa del 2021 basada en las aventuras del elegante ladrón Arsène Lupin un carismático personaje creado por el escritor Maurice Leblanc a inicios del siglo veinte. Este anti héroe compartió época y popularidad con el popular personaje de Arthur Conan Doyle el famoso detective Sherlock Holmes pero Lupin está más emparentado con Arthur J. Raffles otro ladrón de guante blanco que opera en el lado opuesto al detective británico. En otras comparaciones podría relacionarse con figuras de la talla de Robin Hood ya que pretende hacer justicia desde el universo de lo ilegal, en México podría ser equivalente a un bandolero social del calibre de Chucho el roto que operaba de manera similar relacionándose con la clase alta y valiéndose de diferentes identidades llegándole a robar el reloj al mismo Porfirio Díaz.
En la serie el personaje de Assane Diop, un hijo de inmigrantes, es un ladrón inspirado en el personaje de Lupin que busca justicia para su padre quien años atrás fue culpado de un crimen que no sabemos si cometió o no. Junto a Assane vamos descubriendo las pistas que va desempolvando tanto el presente como el pasado a través de flashbacks que nos permite conocer los conflictos internos que atormentan su conciencia. Del mismo modo se nos van describiendo las raíces de una Francia clasista y racista que convierte en villanos a empresarios y políticos destacados o inocentes inmigrantes en ladrones sedientos de justicia. A pesar de ser ciudadano francés el personaje sigue siendo el hijo de un Senegalés, un ciudadano de segunda que aspira a jugar fútbol, ser músico o rapero, roles determinados para una población que se ha quedado al margen del primer mundo.
La serie tiene buenos momentos de acción y escenas tipo Sherlock Holmes, donde parece no existir salida para el personaje, sin embargo después te das cuenta que él estaba un paso más adelante y logra dar un giro a la situación para salir bien librado. Este Lupin inmigrante logra ser más astuto e intrépido que la policía y los villanos que lo acechan, se vale del disfraz y de recursos teatrales para escabullirse entre repartidores de comida o entre la misma policía, logrando reunir información que contribuya a esclarecer si su padre fue en realidad víctima o ladrón.
No sabemos si el inmigrante francés pueda sentirse reivindicado con este tipo de series o si en el fondo sea más de lo mismo: poner la etiqueta de víctima y sentirnos conmovidos por los problemas de integración del personaje los cuarenta y tantos minutos que dura el episodio. Creo que los productores más bien buscan apoyarse en el carisma del actor Omar Sy y retratar el período de una Francia multicultural que hoy en día no deja de tener movimientos como el de la organización Liga de Defensa Negra Africana (LDNA) que busca ser un llamado a la violencia anti policial pero que al mismo tiempo ha mostrado rasgos de intolerancia contra los franceses de origen asiático, evidenciando el círculo vicioso que personifica el racismo. Los mexicanos no podrán negar que la peor suerte para un mexicano que busca ir de shopping a Tucson o Phoenix es encontrarse con un mexicoamericano malhumorado en la aduana que se ha identificado con su agresor.
Volviendo al tema de Lupin creo que puede ser recomendable para la audiencia que no exige demasiado realismo, los guionistas con tal de estirar la ficción son capaces de caer en absurdos, la policía es demasiado ingenua, Assane es demasiado astuto para burlar a sus perseguidores pero luego es demasiado inocente para ser superado por criminales que parecen salidos de Mi pobre angelito. Definitivamente la recomiendo, creo que ya hacía falta una buena serie francesa en el menú de Netflix, pero no olviden que les advertí no exigir demasiado realismo a la ficción.