Celuloide: Luis Buñuel 2da parte
Lo prometido es deuda, como se juntaron casi los cien mil likes aquí les va la segunda parte de nuestro homenaje a Luis Buñuel.
Simón del desierto (1965)
Se manejan varias versiones sobre la filmación de esta película, en lo que coinciden todos es que el rodaje fue conflictivo por el aspecto económico y técnico. El filme nos narra pasajes de la vida de Simeón el Estilita, un santo cristiano que paso años sobre una columna de 17 metros huyendo de las calamidades de la humanidad. Gabriel Figueroa explicaría que Alatriste intentó realizar una película con la colaboración de dos o tres grandes directores, se manejan nombres como el De Fellini, Bergman, Welles y Kubrick. Sin embargo el problema es que lo hizo cuando Buñuel ya tenía muy avanzado su proyecto, el único que podría haber accedido sin problemas era Fellini pero el de Rímini propuso trabajar con su esposa Giulietta Masina y ahí se cayeron las negociaciones. Luego se dice que Buñuel forzó el final, terminando con Claudio Brooks y Silvia Pinal sosteniendo una conversación en un club nocturno. Lo cierto es que el mediometraje ganó el León de oro sobre directores como Bertolucci, el soundtrack que cierra la película es una canción tipo surf de Los Sinners “Rebelde radioactivo”.
Belle de jour (1967)
La película está basada en la novela del argentino Joseph Kessel y su nombre es un juego de palabras que hacer referencia a una flor que abre sus pétalos de día y que a la vez se utiliza para referirse a la prostitución. Séverine es interpretada por la actriz Catherine Deneuve y nos retrata el personaje de una mujer enamorada pero incapaz de tener relaciones íntimas con su marido. El matrimonio entra en una rutina aburrida, el esposo es tan puro y santo que Séverine comienza a generar fantasías tanto eróticas como sadomasoquistas, en este punto la trama parece haber inspirado la fantasía erótica de Stanley Kubrick “Ojos bien cerrados”. A través del viaje del personaje vamos siendo testigos de sus traumas y ensoñaciones que nos van explicando que motivos la han llevado hasta esas circunstancias particulares. Buñuel da rienda suelta no solo a los Freud y a los Sade sino también a sus raíces cristianas que juegan el papel del súper yo o la parte moral que impide al personaje dar rienda suelta a sus fantasías irracionales. Una vez más Buñuel disecciona a un personaje que lucha en contra de la naturaleza de sus propios deseos y lo presenta ante la audiencia con la subjetividad que caracteriza el estilo buñueliano.
La Voie Lactée (1969)
“Soy ateo por la gracia de dios” era una de las frases distintivas de Luis Buñuel y nos retrata un poco la ambigüedad que caracterizaba al director aragonés. Si recordamos aquí sus películas de contenido religioso tendríamos que mencionar las Nazarín, las Viridiana, Simón del desierto, etcétera. La vía láctea es una de esas películas que nos hablan de sus orígenes católicos. Se dice que Buñuel jugaba con la idea de proyectar un Jesús humano capaz de reír, correr, rasurarse, desayunar pero pensaba que era poco probable que la idea atrajera el presupuesto de un productor, comenzó a cambiar de idea después de ver El evangelio según san Mateo de Passolini. Para empaparse del tema Buñuel leyó el libro de “Historia de los heterodoxos españoles”, de Marcelino Menéndez Pelayo ahora pretendía hacer una película sobre fanatismo y las contradicciones de la religión. En momentos es una road movie que acompaña el peregrinar de dos personajes desde los Pirineos hasta Santiago de Compostela, brincos en el tiempo que van desde la época moderna hasta la inquisición hasta los tiempos de Jesús, apariciones de vírgenes, demonios, comedia, todos esos elementos hacen de un debate teológico, una película entretenida. El actor mexicano Claudio Brooks aparece interpretando el papel de Jesucristo en la película.
Le Fantôme De La Liberté (1974)
Parece un libro de cuentos donde un elemento que forma parte de una historia conecta con la siguiente y así sucesivamente. Las historias brincan de tiempo en tiempo, de personaje a personaje y parecen ser gobernadas por el azar. Cabe citar al director: El azar todo lo gobierna; la necesidad, que lejos está de tener la misma pureza, solo viene más tarde. Si tengo debilidad por alguna de mis películas, sería por El fantasma de la libertad, porque prueba a salir solo este tema.
El fantasma de la libertad sería una de sus últimas películas, el título se basa en una frase del Manifiesto Comunista: “un espectro vaga por Europa”. La película encierra muchas referencias biográficas y nos habla de las obsesiones que aquejaban al realizador en la parte final de su vida, por ejemplo el tema del cáncer de hígado. En este filme Buñuel pone en tela de juicio el orden social, nos propone un mundo al revés donde los personajes se reúnen para defecar juntos y a comer en el baño.
Cet obscur objet du désir (1977)
La última película de Buñuel sería una adaptación libre de la novela de Pierre Louÿs La mujer y el pelele. La película nos narra las aventuras de un rabo verde interpretado por el Mastroiani de Buñuel: el actor Fernando Rey. Conchita es una especie de femme fatale que ha conquistado a Mateo y lo ha hecho pasar por toda clase de humillaciones con tal de conquistarla. Buñuel ya estaba jubilado pero a petición del productor Serge Silberman y el siempre colaborador Carrière logran entusiasmar al aragonés para una última aventura. Buñuel nos habla aquí de las obsesiones que nunca logran hacerse realidad, un tema que le fascinaba. Hay dos Conchitas más por la naturaleza azarosa de Buñuel que por un plan cuidadosamente estudiado. A Buñuel le frustró el trabajo con la protagonista inicial y le propuso a Silberman contratar a otra, el poder hipnótico del cine haría de ese accidente un acierto años más adelante que se sigue discutiendo acerca del misterio de las dos Conchitas. El deseo, el pecado, la sexualidad, el erotismo, la neurosis, la obsesión, el masoquismo son los temas que explora el realizador en lo que sería su último trabajo.