Tuercas y tornillos: El espionaje estatal y el orden social
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
En estos días se hizo pública una investigación realizada por 80 periodistas que laboran en periódicos como The Guardian, The Washington Post, Le Monde y Proceso. El trabajo conjuntó mostró que, en 10 países, entre ellos México, Emiratos Árabes Unidos, India, Hungría, Marruecos, Ruanda se produjo un espionaje masivo de políticos, periodistas, defensores de derechos humanos y familiares de todos estos. El caso más grande es el de México, donde existen pistas que permiten inferir que más de 11 mil personas fueron objeto de esta vigilancia.
El medio usado para este espionaje estatal a sus ciudadanos fueron los mismos teléfonos celulares de las personas, por medio de un software llamado “Pegasus” desarrollado por una empresa israelí llamada NSO Group. Por cierto, para aquellos que prefieren los teléfonos que tienen como emblema una manzana mordida, estos aparatos mostraron ser más susceptibles a ser intervenidos por medio de este tipo de programas de espionaje. Estos aparatos utilizan un mismo software, lo que facilita la acción de los hackers, cosa que no pasa con los usuarios de Android, pues cada compañía desarrolla sus propias versiones y herramientas, de manera que resulta más complicado realizar un instrumento común para poder vulnerar su privacidad.
Para la venta de la herramienta tecnológica Pegasus, considerada un arma por lo intrusiva que es su acción, se requería de la aprobación del mismo gobierno de Israel y sólo podía ser adquirido por gobiernos, no por particulares. Pegasus daba un acceso total a toda la información contenida en un teléfono celular: fotos, conversaciones, chats, pero también podía activar el micrófono y la cámara, de forma tal que una persona podía ser espiada en todo momento de su vida cotidiana.
Una manera de entender el uso de herramientas de espionaje como estas es por el concepto sociológico del orden social. Este, en este contexto, hace referencia a la búsqueda del estado por generar una capacidad interna para conocer y predecir el comportamiento de las personas que componen su sociedad. Esto no significa que la idea del orden social justifica el espionaje, todo lo contrario, existen visiones muy distintas de como los estados ejercen este interés por conocer y predecir el comportamiento de sus ciudadanos.
Uno de los primeros países que desarrollo un cuerpo específico para buscar controlar el comportamiento de los ciudadanos fue Inglaterra durante el siglo XVIII cuando creó un cuerpo policial que buscaba contener, tanto un aumento en el número de delitos en las ciudades como también una serie de manifestaciones que amenazaban la estabilidad del imperio. Este modelo, fue evolucionando durante el siguiente siglo hasta desarrollar un modelo policial “civil” que privilegiaba medidas de contención (al menos dentro del territorio inglés, aunque este no fuera el caso en sus colonias). Esto en parte se explica por la creciente igualdad entre el poder de las clases aristocráticas, burguesas y políticas, de tal forma que la policía era un instrumento para mediar entre las relaciones de todos los grupos. Esto resulta interesante, porque como podemos ver en la lista de los países donde se uso Pegasus, se caracterizan por tener democracias débiles o poco consolidadas, con profundas desigualdades sociales. En otras palabras, las formas de acción policial suelen ser más dedicadas a la atención de lo “público” que a intereses particulares en sociedades más democráticas.
Otro modelo es el llamado “la policía del rey” que surgió en Francia también en el siglo XVIII, a diferencia del modelo civil inglés, los cuerpos policiales tenían una organización que reproducía el orden militar, lo que incluía que sus miembros vivían en barracas separadas del resto de la población, portaban armas (los policías ingleses fueron famosos por andar desarmados) y tenían una estructura dependiente directamente del poder central. Este grupo policial tendía, en un principio, al uso de medidas más represivas contra las protestas que la autoridad central consideraba como contrarias. Sin embargo, al igual que sucedió en Inglaterra, la construcción de contrapesos políticos, económicos, y sociales contra la autoridad central, generaron una transformación en el funcionamiento de la policía francesa.
El espionaje, es una herramienta que, a pesar de lo que dijo el presidente de México en los días recientes, nunca va a desaparecer como un medio fundamental para que los estados logren generar orden social. El uso de estos medios, por ejemplo, contra narcotraficantes, secuestradores o traficantes de personas es fundamental para infiltrar sus estructuras. La serie norteamericana “The Wire” muestra la potencia de estas herramientas cuando son usadas para el bien común, en este caso perseguir a una banda que distribuye drogas.
En resumen, el caso de Pegasus ilustra como los estados con democracias débiles utilizan un modelo de policía del rey, donde los intereses políticos de grupos o personas particulares se colocan en cima de los temas públicos. La única forma de prevenir que se repitan estas situaciones es “encadenar al leviatán”, es decir, generar contrapesos legales (poder judicial, legislativo y ejecutivo, independientes, y transparentes), así como permitir el funcionamiento de una prensa libre y crítica, libre de censura, así como la existencia de una sociedad civil que genera modelos de organización y de resolución de problemas propio. Finalmente, el uso de la ley como instrumento político es uno de los elementos que más incentiva el uso de modelos de espionaje contra los críticos y contrarios.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.