Celuloide: Reminiscencia
Por Jesús Ricardo Félix
A fines del siglo diecinueve e inicios del siglo veinte un médico de Viena llamado Sigmund Freud depuraba un método para enseñar a sus pacientes a darse un chapuzón en las turbulentas memorias del inconsciente sin que se ahogaran o permanecieran demasiado tiempo aferrados a la profundidad de sus respectivos icebergs. Freud y sus discípulos proponían una teoría del inconsciente, basándose en las ideas de pensadores como Schopenhauer o Nietzsche y estrellas literarias como Dostoievski o Shakespeare, así los fundadores de la psicoanálisis describían la mente como las capas de una cebolla con diferentes niveles de consciencia. Según esta teoría el inconsciente oculta la verdadera esencia de nuestra naturaleza, ahí escondemos toda nuestra animalidad, todos nuestros instintos primarios que nos pueden llegar avergonzar y que maquillamos con las normas morales de nuestras sociedades.
Después de esta pequeña introducción de la teoría del inconsciente nos enfocamos en la película de esta semana: Reminiscencia. Hace poco se acaba de estrenar Reminiscencia de la directora y escritora Lisa Joy, en la sala de cine me dio la impresión que la atmósfera olía a Cristopher Nolan, después leí que la directora es cuñada del mencionado director, además ese reconocido estilo noir de ciencia ficción misterioso que el espectador tiene que ir armando conforme las pistas se van revelando es muy típico de Nolan no digo que sea vil copia pero si se nota una marcada influencia. Pero bueno les cuento que el personaje de Hugh Jackman interpreta a Nick Bannister una especie de investigador privado que se gana la vida cobrando por rescatar memorias perdidas de sus clientes a través de un aparato con el que logra reproducir imágenes mientras los clientes sumergidos en un tanque las reviven en cuerpo y alma como si estuvieran viajando en el tiempo. Memorias del pasado que determinan nuestro futuro, sumergirnos en el inconsciente para revivir memorias que siguen interactuando con nuestro yo en el presente ¡Sí! Ese aparato ya lo había inventado Freud en el siglo diecinueve se llama diván, el sillón en forma de cama que utilizaban los terapeutas de la psicoanálisis. La actriz que interpreta a Mae para mi gusto está mal elegida, no le queda ese rol mezcla de femme fatale y Jessica Rabbit, me hubiese gustado quizás una Sasha Luss o Emilia Clarke, pero eso es lo de menos.
El carácter distópico del filme nos remonta a una Miami veneciana sumergida por el aumento del nivel del mar provocado por el calentamiento global, de por si la película ya nos remontaba a Blade Runner con sus escenarios y personajes, de pronto parece que los realizadores de hoy quieren ser el Ridley Scott de la nueva era. Pero el principal problema con Reminiscencia creo que es el romance chafa entre Nick y Mae, no sé si sea falta de química entre los actores o errores en la dirección pero nunca terminamos de conectar con ese supuesto enamoramiento de los personajes en el cual se recarga todo el peso de la película. Y si a manera de flashback nos describen memorias entre los personajes que parecen un video musical sin conectar con el espectador.
Definitivamente la recomiendo para los amantes de la ciencia ficción siempre y cuando estén dispuestos a ver una especie de homenaje a los clásicos de antaño y a la teoría de la psicoanálisis de un tal Segismundo Freud.