Tuercas y tornillos: La política de la verdad y las sociedades actuales
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
En una muestra de cine internacional por error entré a una sala donde se exhibía una película donde un taxista, de alguno de los países que pertenecieron al bloque socialista, toma una decisión radical: no mentir. A partir de esta decisión que podríamos considerar como poco trascendente, se produce una avalancha de consecuencias, algunas divertidas y algunas trágicas en la vida del personaje. Sin embargo, todo poco a poco se va solucionado hasta el punto que el héroe descubre que su vida mejora al decidirse vivir bajo lo que el grupo musical Depeche Mode llamó como “la política de la verdad”. La película juega con la idea de que decir la verdad es un acto radical en un mundo dominado por los intereses económicos, donde todos buscan lograr el mayor beneficio para sus propios objetivos.
En las sociedades actuales la verdad ocupa un lugar ambiguo. Aunque continúa siendo un elemento fundamental en los discursos públicos, la mayoría de las áreas de actividad han generado sus propias lógicas donde la verdad ocupa un lugar secundario. Por ejemplo, en la ya mencionada economía, en los negocios, en el empleo y en cualquier transacción que consideramos que tiene un carácter económico, todos los involucrados buscan obtener el mayor beneficio posible, aunque esto implique, en algunos casos, no decir toda la verdad o mentir abiertamente. La pasada semana del llamado “buen fin” lo mostró: las grandes tiendas subieron el precio de sus productos, pero ofrecieron un descuento sobre este precio elevado artificialmente, de tal forma que la gente pensaba que estaba recibiendo un considerable descuento, cuando en realidad estaban comprando las cosas a su precio real.
En otras áreas como la política sucede lo mismo, la lógica principal de los partidos políticos es obtener el poder, no importa que para ello sea necesario hacer promesas que no piensan ser cumplidas o presentarse a sí mismo como personajes con ideologías o creencias contrarias a las que anteriormente se sostenían, todo tipo de engaño vale en el juego por ocupar los cargos públicos.
Incluso en las relaciones sentimentales la lógica ha sido modificada en una forma de comercio donde la gente busca transformar su físico, comportamiento e ideas con tal de convertirse en algo atractivo frente a los demás.
En la sociedad mexicana la mentira, como propuso Octavio Paz en El laberinto de la Soledad, fue un mecanismo de sobrevivencia para los grupos oprimidos. Este ocultamiento de los sentimientos, posesiones y opiniones les permitía evadir mayores castigos, despojos o humillaciones a manos de los grupos en el poder. Posteriormente durante el periodo post revolucionarios los gobiernos generaron tal distancia entre sus acciones y sus discursos que la población sabía que una frase como “el peso no se devaluará” significaba exactamente lo contrario. El Neo Zapatismo que surgió en Chiapas, fue un momento donde surgió un nuevo discurso público, denunció la mentira estatal y mostró la importancia de vivir diciendo la verdad.
El actual gobierno fue producto de un movimiento social que censuró las mentiras de los anteriores gobiernos en su relación con la población. En gran parte, el atractivo para la gente de la llamada 4T, estaba en esta política de la verdad que tomaron del Neo Zapatismo: “no mentir, no engañar al pueblo”. Sin embargo, el desgaste que produce el ejercicio del poder ha comenzado a producir una serie de actos y declaraciones gubernamentales que van en la lógica política de conservar el poder, aunque esto signifique mentir o dejar de decir toda la verdad.
En estos días he recibido de mi compañía telefónica la idea de unirme a una campaña para prometer nuca usar mi celular mientras manejo, ¿Qué tal una promesa de nunca mentir? ¿A dónde nos llevaría?
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.