viernes, noviembre 22, 2024
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Celuloide: Some Kind Of Monster

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Por Jesús Ricardo Félix
Jesús Ricardo FélixA inicios de los ochentas la banda rockera Metallica comenzaba su carrera entre los bares y auditorios de las ciudades de Los Ángeles y San Francisco. A lo largo de los años se les ha etiquetado como una banda de Trash metal, speed metal, hard rock y hasta heavy metal. Independientemente de su clasificación los de California han sido una banda que ha sobrevivido la década de los Bon Jovi, Motley Crue y Guns and Roses, el Grunge de los Nirvana, Pearl Jam y Alice in Chains, la oleada británica de los Oasis, los Radiohead, etcétera. Se reinventaron a inicios del siglo XXI para alcanzar el gusto de las nuevas generaciones hasta llegar a nuestros días. En su etapa inicial James Hetfield y Lars Ulrich, el baterista danés, encabezaban a la banda. Dave Mustaine era el guitarrista que complementaba la rítmica de Hetfield y Cliff Burton aportaba el sonido único del bajo distorsionado que daba identidad a la banda.

Con el paso del tiempo las adicciones de Mustaine lo expulsarían del grupo dando forma a su propio proyecto llamado Megadeth. Kirk Hammett de Exodus entraría en su lugar para completar el cuarteto. Más adelante un accidente en camión en el año del 1986 acabaría con la vida del talentoso Cliff Burton. Para tratar de substituir a Burton la banda reclutaría a Jason Newsted quien trabajó alrededor de quince años con la famosa agrupación de San Francisco.

Some kind of monster es un documental del 2004 dirigido por Joe Berlinger y Bruce Sinofsky, originalmente nació como un proyecto estilo making of del álbum St. Anger pero se fue convirtiendo en un retrato de las relaciones conflictivas de la banda y su proceso de maduración. La película comienza con el divorcio de Jason Newsted con Metallica en el 2001, el bajista parecía más un músico de acompañamiento que un miembro más del grupo, al desarrollar su propio proyecto James Hetfield le impuso condiciones que derivaron en la separación definitiva.

El productor Bob Rock que ya había revolucionado el concepto de Metallica en el álbum negro recortando las canciones de más de diez minutos a menos de cinco incluyendo una nueva imagen y un concepto cada vez más comercial, se ganaba el odio de los fanáticos originales pero daba en el clavo del mainstream generando millones con la venta del álbum y las giras. En este nuevo proyecto Bob Rock busca resucitar a la banda dándole un aire de banda garaje y para lograr exorcizar los demonios contrata a Phil Towle una especie de terapeuta sistémico que trata de confrontar los egos de la banda y evitar el divorcio definitivo del proyecto.

Hay que recordar que Lars Ulrich encabezaba el movimiento anti Napster en el mundo del rock, eso les hizo perder muchos de sus seguidores. James Hetfield por otro lado estaba viviendo una etapa de lucha contra sus adicciones y Kirk Hammett se mantenía en medio de todo ello tratando de ser neutral. Hay escenas donde James Hetfield le sugiere a Lars Ulrich como debe ser el ritmo de la batería y otras donde Ulrich le sugiere como debe ser la letra al vocalista. A su vez le reclaman a Kirk Hammett por su estilo de requinteo en una de las canciones y este se defiende, a fin de cuentas más que la grabación de un disco parece una terapia grupal de una familia disfuncional. En medio de todo esto necesitan reclutar a un nuevo bajista por lo que se muestra parte del casting donde se elige al bajista Robert Trujillo como el nuevo integrante que debe llenar los zapatos de Burton.

Recomendable para los que disfrutan de la música de Metallica, cabe subrayar que no es la mejor época de la banda, muchos de nosotros consideramos la fase ochentera como la etapa dorada de la agrupación. Cliff Burton era el alma del grupo eso no lo puedes substituir a lo mejor puedes poner un talento como Robert Trujillo a que lo emule. Lars Ulrich es el baterista que después de los ochentas se enfocó en administrar las finanzas de la banda y cada vez menos a tocar la batería. James Hetfield y Kirk Hammett como dos sobrevivientes que logran mantener viva cierta parte de la atmosfera del grupo. En los conciertos a nadie le interesan las canciones del Reloaded o del St. Anger o de los demás álbumes posteriores, todos van a escuchar los éxitos de la etapa inicial de Metallica y una que otra del álbum negro, hay que entender que se hicieron viejos tocando y ahora son hombres de familia que ven la música más como un trabajo y no aquellos jóvenes alcohólicos que estaban casados con la música.

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