Celuloide: The Batman






Por Jesús Ricardo Félix
¿Qué es lo que hace que la historia de Batman genere tanto interés en los grandes directores de la época? Realizadores como Tim Burton o Chris Nolan serían algunos ejemplos de cómo eso que se le considera cine de autor se fusiona con el cine del entretenimiento o la industria taquillera y da lugar a productos visuales bastante interesantes y complejos cuando se trata del murciélago de ciudad gótica. Si lo comparamos con Superman o El hombre Araña o la mujer maravilla la tendencia es que son personajes dirigidos a un público más infantil o acaso adolescente. Intentando responder la pregunta podríamos partir de que el personaje en si es un humano sin súper poderes pero a la vez psicológicamente complejo, profundo y obscuro que se asemeja a la psique de un villano. Mataron a sus padres saliendo de un teatro por lo que se convierte en “vigilante” para vengarse o manejar su propia culpa. También está la profundidad de los villanos que fluyen entre la frontera de la locura y la genialidad. Entre los más reconocidos: el Joker, el acertijo, el espantapájaros, Bane, dos caras, etcétera. Es por eso que esta semana en el Celuloide hablaremos sobre The Batman.
The Batman es una película norteamericana dirigida por Matt Reeves estrenada en marzo del 2022. Matt Reeves es un director estadounidense que comenzó su filmografía a inicios de los noventas, películas como Cloverfield o El planeta de los simios son algunos de los trabajos que presume en su trayectoria. A pesar de que no reúne las credenciales de Tim Burton ni las de Chris Nolan se puede decir que es un director prometedor con más futuro que presente. Su Batman tiene que ver más con el área detectivesca del personaje. Tim Burton llegó a Batman a través de Beetlejuice al igual que Michael Keaton, veíamos el inicio de la era moderna del caballero de la noche con el mundo gótico de Burton su joker colorido contrastando con la obscuridad de Batman, Burton es un master visual, dejó a Jack Nicholson construir su personaje sin ser demasiado profundo, es un comic llevado a la pantalla, es ficción. Chris Nolan se recargó en la profundidad psicológica de los personajes, particularmente los villanos Cillian Murphy como El espantapájaros exploraba los miedos de sus víctimas ayudado por las drogas y su dominio de la psiquiatría. El joker de Heath Ledger ha sido uno de los mejores de la historia, de hecho algunos afirman que el actor llevó al personaje a los límites de la locura provocando su accidentada muerte. Y qué decir del Bane de Tom Hardy y el mismo Batman interpretado por Christian Bale. Pero si los villanos de Nolan son el centro de atracción también aprovecha la Ciudad Gótica de pretexto para realizar su crítica sobre la política y la corrupción de las sociedades actuales.
En el Batman de Reeves por su parte y siguiendo con la tendencia del Joker de Todd Phillips, los personajes nos dan la sensación de que podrían ser parte de la vida real. La Ciudad Gótica de Reeves dominada por los políticos corruptos al servicio de los Falcone y los pingüinos muy bien podría encajar con la realidad de algún país en nuestra época que voy a dejar a la imaginación del lector. El acertijo se acerca a la forma de pensar y actuar de algunos terroristas o psicópatas al punto de que nos olvidamos del tono de las películas de superhéroes y nos acercamos a un tono noir más cercano al Seven de David Fincher.
Los actores Robert Pattinson y Zoë Kravitz como Batman y la nueva Gatúbela funcionan mejor de lo que pensábamos, pero hay algo que nos queda a deber con el tema de los villanos. Tal vez sea porque nuestros últimos referentes son un brillante Joaquin Phoenix y un magistral Chris Nolan, hay que darle a Reeves el beneficio de la duda. Al quitarse la máscara ese acertijo interpretado por Paul Dano nos queda a deber. Algo raro ocurre también para que el Carmine Falcone de John Turturro se vea opacado por el pingüino de Colin Farrell y eso se lo deberíamos de preguntar al director.
El Batman de Reeves cumple con el tema de la taquilla, proporciona un nuevo caballero de la noche convirtiendo a un vampiro light de Crepúsculo en un Bruce Wayne atormentado por el pasado de su padre, tiene la aprobación de los adolescentes que consumen la pizza en forma de murciélago, la hamburguesa con el sellito, líneas de ropa, labiales, legos, etcétera. Siento que los nuevos realizadores como Reeves se esfuerzan demasiado en imprimir un híper realismo a personajes salidos de un mundo ficticio en una ciudad artificial y convierten a Batman en un producto rentable pero con debilidades en el guión y en las interpretaciones de actores clave en el reparto. Con este nuevo Batman nos falta un toque de humor, algo de acción, la profundidad en la locura de los personajes de Nolan, la estética de Burton, olvidarse del realismo sin abusar de la ficción.





