La perinola: Viejos necios
Por Álex Ramírez-Arballo
Lo peor que puede sucederle a un joven es depender de figuras tutelares que no lo comprendan, que lo inciten a recorrer caminos obsoletos que solo pueden conducir a la derrota. Eso sucede, por ejemplo, cuando algún muchacho tiene la mala fortuna de ser hijo de un idiota; entonces sucede que todo el talento, los sueños e ilusiones propios de su edad son tronchados precisamente por quien más debería alentarlos. Esa es la tarea de un padre, por si lo has olvidado, la de promover las condiciones que permitan el crecimiento integral de la nueva generación. Lamentablemente, la vida es muy retorcida en ocasiones y hace que personas con grandes potencialidades broten de un montículo de boñiga.
De la misma manera que sucede en las familias, en ese gran grupo humano que son las naciones, se reproduce el mismo fenómeno. Justo esto es lo que nos encontramos viviendo todos en México en este momento; un hombre resentido, acomplejado y siniestro llega a hacerse con las riendas del país y desde su alta tribuna, abusando de ese poder temporal, se dedica a eructar mensajes de retroceso material e intelectual, atizando una hoguera de rencores e insensatez que anima su base fidelísima. El problema es que esta actitud pendenciera, a todas luces a contrapelo de la historia, conlleva la inoculación del desaliento entre los más jóvenes, lo que es sin duda alguna una acción criminal. No estoy exagerando ni echando mano de aspavientos retóricos: creo que el actual presidente de México debe enfrentar un tribunal que lo juzgue por sus aborrecibles acciones. Es un demoledor sistemático de futuros, eso es lo que es. Los pequeños no merecen heredar inmundicias de sus mayores. Creo que es un acto nobilísimo el cortar de tajo con las herencias desgraciadas que parecen ir pasando de mano a mano desde la noche misma de los tiempos. Los que amamos y defendemos la libertad los hacemos porque creemos que sobre nuestras espaldas llevamos la obligación de renovar la vida, construyendo circunstancias de vida mejores a las que recibimos cuando llegamos a este mundo.
Si tú que me lees ahora tienes hijos pequeños, te pido que reflexiones en todo esto conmigo. Te pido, y lo digo asumiendo el riesgo de cometer una impertinencia, que les hables del futuro, de la saludable competencia, del progreso que se construye con el trabajo diario, de la responsabilidad personal de cada uno de nosotros, del cultivo sistemático y disciplinado del talento, de las facultades dirigidas a la interacción diaria con el mundo material al que pertenecemos. Solo desde esta plena conciencia seremos capaces de defendernos de los saboteadores, mistificadores y demagogos oportunistas empeñados en consolidar un reino propio sobre las cenizas del mundo.
Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com