La Perinola: Cuestión de certidumbre
Por: Álex Ramírez-Arballo
El tema está ahí, producto de una investigación periodística que lo pone a la vista de todos. Se trata de un acto de corrupción, de falta de escrúpulos y también de los errores que muchas personas cometen por no poder tener acceso a un proceso de adopción seguro, confiable y sobre todo rápido. Son gente que desea dar amor, cuidar y proteger a un pequeño, pero que no pueden porque el sistema se los impide. Recuerdo ahora el caso de una colega México-americana de Arizona: ella y su marido no podían tener bebés, y ella pensó en adoptar un niño en México: no sabía en el laberinto en el que se metía. Hizo todo lo posible, todo lo legalmente posible – me consta- y no pudo completar ese trámite que tan feliz la hubiera hecho a ella, a su marido y, sobre todo, a ese niño sin hogar que esperaba por una oportunidad de vida. Recuerdo también que le sugerí sutilmente que buscara algún método alternativo, alguna forma de aceitar el proceso, a lo que me respondió: “Estás loco. Mañana o pasado me van a acusar de secuestro o me van a querer sacar dinero” A la vista de lo sucedido hoy no puedo sino darle toda la razón.
Pienso sobre todo en los niños, en la confusión y la sensación de abandono e incertidumbre que ahora mismo deben estar viviendo
Estamos nuevamente ante uno de esos casos en los que uno no puede sino decir: “El daño ya está hecho”. Pienso sobre todo en los niños, en la confusión y la sensación de abandono e incertidumbre que ahora mismo deben estar viviendo. El procurador afirmaba que serán devueltos a los padres adoptantes, pero que habrán de quedarse con un registro de ADN para poder identificar a los padres biológicos en el hipotético caso de que aparezcan y demanden recuperar a sus hijos. A mí me parece extraño esto, que el estado no tenga el poder de anular la patria potestad de quien no ha querido o no ha sabido hacerse cargo de sus hijos, salvo que, y aquí están mis recelos, la historia de plano no sea como nos la cuentan.
Lo que los padres adoptantes, los niños y la sociedad entera necesitamos son certezas. De incertidumbre ya estuvo bueno: el estado es responsable de solucionar con el menor daño posible lo que él mismo, encarnado en funcionarios corruptos y abiertamente perversos, ha ocasionado.
Espero en Dios se consiga lo mejor para los niños. Nosotros, mientras, tenemos el altísimo deber de mantenernos al tanto: existe el claro riesgo de que los pequeños vuelvan a ser victimizados.
Transmisión en radioEscuche La Perinola, en la voz del mismo escritor sonorense y columnista de La Chicharra, Alejandro Ramírez Arballo.
Audio del 4 de septiembre de 2015, en la primera de Panorama Informativo Sonora, con Juan Carlos Zúñiga, en la 102.7 Mix. |
Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com
– PUBLICIDAD –