Tuercas y tornillos: Elementos para entender las victorias electorales de la izquierda en Latinoamérica. Primera parte.
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
Los resultados electorales en Colombia donde Gustavo Preto, (un exguerrillero), obtuvo la victoria para el cargo de presidente en Colombia, han generado una gran cantidad de cejas levantadas entre personas que simpatizan con la derecha y muchas sonrisas de satisfacción entre aquellos que se consideran de izquierda. Los analistas de ambos bandos han proclamado lo mismo: un futuro prácticamente apocalíptico de gobiernos autoritarios, como también una nueva era de esperanza para lograr la tan anhelada unidad de las naciones latinoamericanas. Existen una serie de elementos a considerar que pueden ayudar a entender la coyuntura actual que atraviesa esta parte del continente.
En primer lugar, es recurrente por parte de investigadores (principalmente aquellos que provienen de Europa o Estados Unidos) pero también de periodistas (estos si de cualquier parte del mundo) para hablar de “Latinoamérica” como una unidad analítica. Esta postura supone que Latinoamérica constituye una suerte de destino, “sentido” o comportamiento común entre los países de la región. La realidad es que después de la forzada unidad generada por el imperio español en amplias zonas de este continente, los distintos países de Latinoamérica han seguido trayectorias culturales, económicas y políticas muy distintas. El hablar de “la izquierda latinoamericana” es una sobresimplificación, igual de poco útil como si habláramos de la “derecha europea”. A nadie en su sano juicio se le ocurriría decir que los partidos de izquierda de Dinamarca son iguales a los Italia o de España. Para poder entender lo que esta pasando en el continente, debemos tener un conocimiento de las trayectorias individuales de cada uno de los países y las coyunturas particulares en cada uno de los casos que permitieron que cierto grupo o líder lograra llegar a ocupar la presidencia.
Segundo, dicho lo anterior, es necesario reconocer que el mundo, particularmente en este periodo de globalización (que muy probablemente está llegando a su fin) comparte una serie de fenómenos generales. Este es el caso de los mercados económicos, donde las diversas economías experimentaron una integración sin paralelos en la historia de la humanidad. Esto generó los resultados comerciales prometidos: un crecimiento en la circulación de productos, pero ha tenido resultados secundarios altamente nocivos: 1) el aumento de la desigualdad (Latinoamérica es una región más desigual incluso que África); 2) la generación de mega compañías en algunos de los productos centrales en esta “era de la información” como la tecnología, la comunicación y la circulación de las mercancías; y 3) efectos ambientales irreversibles por la progresiva contaminación.
En el mundo existe un creciente número de personas que no tienen los recursos para solventar sus gastos más elementales y menos para asegurar las perspectivas futuras de hijos. Por su parte, los países han visto disminuida su “soberanía” y se ven restringidos para adoptar ciertas medidas económicas si estas contravienen los lineamientos de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Esto ha dado pie al surgimiento de liderazgos (más que nuevas ideologías o partidos políticos en la forma tradicional de entender a estos últimos) que proponen en sus discursos conocer la manera de sacar a sus votantes de la situación antes descrita. Entre este tipo de nuevos representantes, por algunos llamados “liderazgos populistas” cuentan con representantes tanto de afiliación política de derecha, como de izquierda.
En las victorias electorales de los últimos doce meses de Latinoamérica, donde en cuatro de cinco elecciones ganó la izquierda, podemos ver un reflejo de este fenómeno. Aunque de nuevo, en cada país la situación toma tintes y características particulares. Al igual que sucede en otras regiones y continentes, la población está buscando nuevas respuestas para sus problemas cotidianos de empleo, salud, educación o un retiro digno. La globalización y los partidos políticos tradicionales han dejado de ser fuentes de respuesta para la solución de los problemas de la población mundial.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.