Tuercas y tornillos: Los líderes populistas de la posverdad, el caso de Boris Johnson
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
Al mismo tiempo, dos de los principales líderes populistas de derecha están siendo juzgados en sus países por la práctica de la posverdad, es decir, acciones basadas en creencias, falacias argumentativas y mentiras (o verdades parciales). Uno de estos líderes de la posverdad es Donald Trump, quien actualmente está siendo investigado por el congreso norteamericano para determinar su responsabilidad por azuzar y facilitar que un grupo de extrema derecha tomara por asalto el capitolio. El segundo es Boris Johnson quien en varias coyunturas ha hecho un uso manipulativo de la verdad; por ejemplo, la salida de Inglaterra de la Unión Europea, el llamado partygate y el nombramiento de su segundo al cargo de la fracción de su partido ante el parlamento inglés, Crhis Pincher.
El primer ministro de Inglaterra, Boris Johnson, enfrenta su más severa crisis política. En esta ocasión, el conflicto fue provocado por las acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte de Chris Pincher, subjefe de la bancada del partido de conservador y nombrado por el mismo Johnson en dicha posición. Rápidamente, la prensa hizo público que no era la primera vez que este político era denunciado por acoso sexual. Ante ello, el primer ministro negó, en un primer momento, conocer las acusaciones previas y actuales contra Pincher. Sin embargo, funcionarios lo desmintieron al demostrar que fue informado personalmente sobre este comportamiento del funcionario. Ante ello, Johnson no tuvo otra opción que disculparse por el nombramiento de su subjefe de bancada. Esto generó una ola de renuncias por parte de funcionarios altos y mediados de su gabinete, mostrando la pérdida de confianza ante el liderazgo del primer ministro. Finalmente, Johnson presentó su renuncia como líder del partido conservador y sólo será cuestión de tiempo para que sea sustituido al frente del gobierno inglés.
Este nuevo escándalo político de Boris Johnson es una muestra del ejercicio del poder de los actuales líderes de corte populista (que pueden ser de derecha o de izquierda) y que se caracterizan por haber disociado su ejercicio de la política de una de las características principales de la modernidad: la verdad. Como demostró Foucault, el poder no es solamente un ejercicio de control de un grupo o persona sobre otros, sino también un mecanismo para la construcción de la verdad. El poder busca obsesivamente construir una verdad sobre todo aquello sobre lo que ejerce su poder, es decir, dotar a las cosas de un sentido, una identidad y una serie de posibles actuaciones, mientras otras conductas son prohibidas o penadas. En este sentido, el estado no es únicamente un mecanismo de control de una clase sobre otra, sino una maquina obsesionada con la producción de la verdad: tanto por una constante interrogación a sus ciudadanos, pero también por la edificación de prácticas que obligan a las personas a aceptar y encarnar definiciones sobre ellas mismas; “ser lo que somos y sufrir por ellos” dijo Foucault. Los estados determinan quién es una persona “migrante”, “ciudadano”, “demente”, “delincuente”, etcétera. Dentro de estos mecanismos para la generación de la verdad, la ciencia tuvo un papel fundamental proporcionado datos, estudios y personas que proporcionaban validez a la actuación del estado.
En la era de la posverdad, la práctica política ha sido separada de la búsqueda de la verdad. Los nuevos líderes basan su poder en aprovechar la existencia de creencias, ideologías y complots que son mantenidos y sostenidos por grupos sociales, esto a pesar de que estas mismas ideas han sido claramente desmentidas por la ciencia o alguna agencia gubernamental.
Los liderazgos populistas de la posverdad ya no buscan reafirmar la verdad producida por el estado, por el contrario, operan aun contradiciendo los estudios, análisis e incluso disposiciones de agencias de su propio gobierno: Donald Trump negó el cambio climático a pesar de que sus propias agencias ambientales lo demostraron; Boris Johnson respaldaba prejuicios que justificaban falsamente las ventajas para Inglaterra de salir de la Unión Europea.
Es una luz de esperanza que una sociedad como la inglesa, la cual parecía sumida en su propio discurso complaciente de un imperio que ya no existe, ponga un alto a un líder populista de la posverdad. Los liderazgos de la posverdad llevan a las sociedades por caminos plagados de mentiras y prejuicios. Esperamos que este sea el inicio de una era donde la verdad retome su papel central en la política y las decisiones públicas.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.