Celuloide: Operación perro salvaje
Por Jesús Ricardo Félix
¿Cuántas veces les han dicho: no hables de política ni religión? Cuando de niño ibas a la carne asada de la familia tus tíos le iban al PRI o al PAN por lo mismo no debías tocar ciertos temas. Luego en la misma escuela el debate parecía tener una connotación negativa ya sea porque plantea las diferencias entre dos individuos o grupos, se abordan temas tabú o los participantes simplemente se dedican a atacar a la persona y no a la búsqueda de argumentos. No sé si sea una cuestión del norte de México, del país o de Latinoamérica pero me queda claro que no tenemos la cultura del debate. En el momento que alguien plantea una idea que difiere de la nuestra nos gana la visera y atacamos al individuo al punto de convertirlo en un pleito personal. En resumidas cuentas el que practica el deporte del debate o se cree demasiado listo o es un buscapleitos. Pero si no tenemos la capacidad de aceptar o asimilar nuestras diferencias ¿Cómo vamos a estar preparados para entender o si quiera aceptar distintos modos de pensar o vivir? Es por eso que en este fin de semana hablaremos sobre el cine de un país multicultural como la India que ha sufrido en carne propia los males del fanatismo religioso.
Operación perro salvaje es una película Hindú del 2021 dirigida por Ahishor Solomon. Basada en hechos reales, aborda el tema de los atentados ocurridos en la ciudad de Hyderabad a fines del 2011. Escondidas en dos bicicletas un grupo de muyahidines colocaron bombas que mataron a un total de once personas en sectores concurridos de la ciudad. Como ya lo han dejado entrever películas como Slumdog Millionaire 2008 a pesar de que la religión dominante es el Hinduismo también hay un porcentaje que profesa el Islam, el budismo, el cristianismo, etcétera.
En Operación perro salvaje un ex combatiente, cuya familia ha sido víctima de los atentados, se encuentra retirado ya de la NIA, la agencia antiterrorista más grande de la India. El perro salvaje se ha ganado ese apodo porque no juega bajo las reglas de los cuerpos policiacos, al contrario tiene la reputación que los maleantes no sobreviven en sus misiones. El gobierno Hindú pretende convencerlo de salir del retiro para encontrar al autor intelectual de los atentados: Yasin Bhatkal. El problema es que a él y su grupo de soldados los mandan a Nepal en una misión encubierta sin tener los recursos de una misión oficial.
Se supone que es una película de acción basada en hechos reales pero por lo mismo a veces carece de realismo y por momentos parece que estamos viendo una parodia protagonizada por los hermanos Almada. Las escenas de acción a veces parecen coreografías a lo Bollywood y no puede faltar la música que te recuerda que estás viendo una película Hindú.
Definitivamente recomendable para aquellos amantes del cine que les gusta explorar el cine de diferentes latitudes. Es una película entretenida, que a veces se convierte en comedia involuntaria, pero aborda un tema muy serio como el de la lucha contra el terrorismo. La fórmula a veces parece un poco Hollywood ya que el protagonista es como un Rambo con alto contenido patriotero. Otro de los elementos que no pueden faltar es el de la corrupción, aunque en el caso del perro salvaje el héroe lucha en contra de ella. Para evitar caer en la islamofobia el director reparte diferentes credos entre los personajes del cuerpo élite heroico: hinduistas, un musulmán y un cristiano.