Tuercas y tornillos: ¿De qué te sirve tener un doctorado en ciencias sociales?
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
Fui invitado a una celebración de doctorado. Desde mi punto de vista, cuando una persona tiene este tipo de logros, es una buena noticia para todo el país, así que acudí queriendo estrechar la mano del nuevo doctor. La reunión fue de lo más amena, y la persona, entendiblemente cansada, poco quería hablar sobre la reciente experiencia, todos entendimos su cansancio.
En las últimas horas de la reunión apareció otro invitado. Desde su llegada hizo despliegue de una gama de insultos racistas y prejuicios. Cuando logró procesar que este era un festejo por un doctorado, se lanzó a una auto compasiva perorata de cómo en su vida (¡paradójicamente alguien tan racista trabaja en derechos humanos!) personas que no tenían su experiencia, pero tenían un título de doctorado, ocupaban los puestos directivos. Confundiéndome con la persona que acababa de obtener el titulo me preguntó ¿Y qué vas a hacer con un doctorado?
El cuestionamiento me parece totalmente valido y merece una respuesta. Primero, este personaje comparte la imagen que tiene una buena parte de la población respecto a los estudios de posgrado: son personas que no tienen mas que “teorías” y no tienen ninguna experiencia práctica; todo ese conocimiento no tiene la mayor utilidad en la vida cotidiana.
Esta idea está en sintonía con el actual discurso presidencial, donde se menosprecia al conocimiento especializado; no es necesario un ingeniero para construir una carretera o construir una casa. Sin embargo, el menosprecio al conocimiento tiene muchos problemas argumentativos.
Como sabemos, existe una gran cantidad de profesiones y actividades donde se requiere de una gran cantidad de preparación y estudios, por ejemplo, cirujano. Imaginen lo que pasaría si nos operara alguien que no tienen los conocimientos necesarios; podríamos terminar muertos. Últimamente hemos escuchado de clínicas de bellezas donde supuestos cirujanos operaron a personas con el resultado de terribles daños físicos o incluso muertos.
Una segunda cuestión falsa es que las personas que tiene doctorado están muy separadas de la realidad, todo lo contrario, la gran mayoría de los doctorados requieren que sus estudiantes realicen trabajo práctico, tanto como parte de su desarrollo como para la realización de sus trabajos de titulación. El doctorado permite a los que lo estudian tomar un conocimiento profundo, sistemático y documentado sobre un problema práctico específico; de esta manera sus estudios y su experiencia concreta con actores sociales les confiere herramientas para plantera soluciones a problemáticas que han tratado de ser resultas infructuosamente, con los mismos modelos sacadas de la “costumbre” y la experiencia.
Un tercer tema sobre las personas con doctorado es al que se ha referido el presidente: son personas que sólo piensan en sí mismos y su propia superación. En esto el jefe del ejecutivo tiene un punto válido. Los posgrados han separado el conocimiento teórico- práctico de cualquier consideración ética y moral, lo que ha dado rienda suelta a una especie de individualismo feroz, donde existe un poco compromiso social de algunos posgraduados con su sociedad o entorno. Este punto de la relación entre los posgrados y la ética es necesario transformarlo.
Otro tema para considerar: está demostrado que existe una relación entre el número de personas con estudios de posgrado y el grado de desarrollo de un país; mientras mas personas con posgrado (maestría y doctorado) tenga un país, mayores serán los niveles de ingreso y el crecimiento de las nuevas industrias del conocimiento.
En el caso de las ciencias sociales, los doctorados permiten a una sociedad como a la mexicana tener nuevas maneras de entender, plantear y solucionar algunos de nuestros problemas más apremiantes como la violencia, la desigualdad o la contaminación. Las ciencias sociales, proporcionan un lenguaje, una narrativa y soluciones a cuestiones que, de no ser analizadas sistemáticamente, ni siquiera podríamos saber porqué nos afectan.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.