Celuloide: Historias de miedo para contar en la oscuridad
Por Jesús Ricardo Félix
Ya casi acaba el mes patrio y hay que ir saliendo de México poco a poco, si bien la película de la que hablaremos hoy tiene que ver más con el Halloween que con el día de muertos no deja de estar presente la contribución mexicana. Es por eso que en esta semana hablaremos de: Historias de miedo para contar en la oscuridad. Scary Stories to Tell in the Dark, por su nombre en inglés, es una película norteamericana del 2019 dirigida por el realizador Noruego André Øvredal. Se preguntaran de donde la influencia mexicana, pues cabe señalar que el filme se basa en una historia del cineasta Guillermo del Toro.
La historia transcurre en la década de fines de los sesentas, la guerra de Vietnam, el comunismo, el racismo, los movimientos sociales eran el pan nuestro de cada día por aquellos días en el país del tío Sam. La película trata de alcanzar el mercado juvenil por lo que se centra en un grupo de adolescentes viviendo en un pequeño poblado de los Estados Unidos. Stella es una adolescente con problemas para socializar, disfruta escribiendo cuentos de terror y es considerada rara incluso para su grupo reducido de amigos: Auggie y Chuck. Como buena película de adolescentes el trío de amigos es atacado por un bully llamado Tommy. Una noche deciden vengarse de Tommy cuando paseaba junto a sus compinches, sin saber que la hermana de Chuck los acompañaba. Acto seguido la pandilla persigue a los raros del pueblo quienes se refugian en el carro del personaje latino: Ramón.
Stella, quien se siente atraída por Ramón, les sugiere ir a explorar una casa embrujada. Mientras exploran la casa Stella les cuenta la historia de la misteriosa Sarah Bellows, una niña que se rumora escribía un libro de terror con la sangre de sus víctimas. Ramón y Stella encuentran el libro y Stella se lo lleva a su casa, al poco tiempo se dan cuenta que las páginas del libro siguen produciendo nuevas historias de terror con sus amigos de protagonistas. A lo largo de la película deben luchar en contra de los monstruos que se generan para tratar de evitar que sus amigos desaparezcan.
Primero que nada hay que recordar que es una película que busca atraer al público joven adolescente, tirándole a pubertad. Por lo mismo se apoya en estereotipos ochenteros que suelen etiquetar los roles de los personajes: el bully, la rara, la rubia popular, etcétera. El tema de Vietnam se maneja con pinzas, solo para ambientar, aunque si se llega a mencionar que fulanito de tal tiene un hermano o que es un deber como norteamericano enlistarse y en otras parecen criticar a Richard Nixon aunque todo por encimita. Se habla de Vietnam en la tele y la radio pero los personajes parecen más adolescentes modernos que sesenteros, una ambientación que no termina de cuajar no termina por justificarse y por lo tanto no entendemos por qué insistir en ubicarlos en otra época.
Las historias se encuentran estructuradas a manera de cuentos cortos, donde cada personaje, según sus particulares miedos, es atacado por un monstruo diferente. Esa condición podría desagradar a un sector de la audiencia pero yo considero que funciona bien. Hay influencias de la filmografía de Guillermo del Toro en el trabajo de André Øvredal y si no chequen al espantapájaros con los insectos recorriendo su rostro desfigurado: ¿No se les hace muy Cronos? Ya Guillermo del Toro ha declarado antes su fascinación por los insectos y la rareza así que su huella no deja de estar presente en el resultado final de la película. Definitivamente recomendable aunque hay que tomar en cuenta el hecho de que está dirigida a un público infantil, es terror para adolescentes que no deja de resultar interesante para otras edades. El hecho de que sea una historia de Guillermo del Toro le da su toque extra a una película que ya ha confirmado su secuela.