Tuercas y tornillos: ¿Los tabasqueños son más inteligentes que los norteños?
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
El secretario de gobernación del gobierno Federal, Adán Augusto López Hernández en días recientes hizo una declaración por demás polémica, sostuvo que: “…los del norte dicen que no le aportamos gran cosa a la federación, porque, para empezar, no sabemos trabajar, que los esforzados y los trabajadores son ellos, pero lo que no saben es que nosotros somos mucho más inteligentes que ellos, y quienes se precian de ser inteligentes, pues hacemos las cosas con menor esfuerzo, mejor y de mejor manera…”
La declaración llama la atención, en primer lugar, por su pobre lógica argumentativa:
1. La población del norte aporta más (al Producto Interno Bruto o PIB).
2. La población del sur aporta menos
3. Entonces, los del norte son más esforzado.
Para después argumentar:
4. La población del sur es más inteligente
5. La población del sur hace las cosas (¡no sabemos qué!) con menos esfuerzo que los del norte,
6. Entonces, los del norte son menos inteligentes.
El razonamiento del secretario de gobernación tiene varios problemas. El primero es de lógica, las premisas 4 y 5 no lleva a concluir lo que se sostiene en 6, porque no sabemos exactamente cuál es el tipo de cosas que la población del sur hace con menor esfuerzo que los del norte. Lo que si sabemos es que no puede ser el PIB, porque en las mediciones que se hacen sobre el Producto Interno Bruto, los primeros 10 lugares son ocupados por estados del norte o del centro de México; en la medición del INEGI del 2020 los primeros cinco lugares son: Ciudad de México, México, Nuevo León, Jalisco y Veracruz. Tabasco ocupa el lugar 16.
Segundo, no existe ninguna investigación que haya logrado demostrar que existe una relación directa entre el PIB de una población y su nivel de inteligencia, esta idea (que sólo los países donde existen más inteligentes producen más) es, en todo caso, un prejuicio generalmente utilizado por grupos racistas o de derecha extrema; los países son pobres porque su población no es tan inteligente como los supuestos “superiores”.
Tercero, el atribuir características generales a una población, ya sean estas positivas o negativas, constituye un perjuicio falso, que en su lado negativo produce discriminación. Este tipo de pensamientos, son propios de regímenes populistas, fascistas o de grupos políticos de extremos (derecha o izquierda), que buscan descalificar, al contrario.
En términos argumentativos, una de las características de los dirigentes de Morena es el uso de la alter-realidad o lo que yo llamé el “multiverso social”; en las sociedades modernas están presentes distintos tipos de grupos sociales que funcionan bajo valores, principios y metas que no son homogéneos. Una significativa cantidad de personas alrededor del mundo, organizaciones e incluso funcionarios públicos electos han decidido cuestionar a las dependencias de su (otros) gobierno(s), agencias internacionales, universidades, laboratorios, periódicos y refugiarse en foros o aplicaciones de internet donde sus propias posturas, por más absurdas o radicales que parezcan, son apoyadas y celebradas por otros que piensan igual.
El presidente de México Andrés Manuel López y ahora su secretario de Gobernación, Adán Augusto López se caracterizan, en su razonamiento, por utilizar la retórica, es decir, una forma de argumentación que busca conquistar y seducir utilizando cualquier artilugio que sea necesario: apelar a las emociones, utilizar falacias argumentativas o de plano, mentir presentándolo como “otros datos”. En este contexto, la dicho por el funcionario federal es uno más de estos ejercicios retóricos donde se buscaba ensalzar a un grupo: la comparación de la gente del norte y los tabasqueños fue dicha en el congreso de Tabasco buscando lograr la extensión de la presencia del ejercito en tareas de seguridad.
Respecto a cuál población es más inteligente que otra, los distintos análisis que se han hecho al respecto a partir de medidas como el Coeficiente Intelectual (Intelligence Quotient o IQ) ha generado una conclusión generalmente aceptada: el nivel de CI en los distintos países sigue una distribución normal, es decir, en promedio, todos los países tienen el mismo número de personas inteligentes y no tanto, o como dijera un amigo economista que le encanta hablar sobre este dato: la estupidez y la inteligencia son las cosas mejor repartidas en este mundo.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.