lunes, noviembre 25, 2024
ColaboraciónDe mente abierta y lengua grandeGastronomía

De mente abierta y lengua grande: La caja de recuerdos

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Chef Juan Angel | @chefjuanangel

Ñaaaaaa ñaaaaaaa ñañaaaaaa
-Miraaa Esther, es pequeñito-
-¡Ay pedacito de cielo cabes en una cajita de zapatos, te vamos a poner Felipe-
-Te diremos Lipito, por chiquito-
-Ay Genaro ya empezaste con tus cosas-

Cuando salieron del sanatorio, Esther y Genaro llegaron directo a casa y buscaron una vieja caja de zapatos que resguardaba estambres, hilos e hilazas, aventaron todo en la cama y metieron a Lipito -Genaro, no vayas a echar a perder la última foto del rollo- le dijo su esposa mientras acomodaba dentro al recién nacido. La foto dio vuelta por todo México y norte de los Estados Unidos, como ya se acercaba diciembre, la conviertieron en postal y la enviaron por correo junto a los mejores deseos.

6 años después…
-Mira ahi viene Lipito Cajas-
-Vente Lipito, vamos a jugar a la roña-

Lipito Cajas era su nombre oficial, todos lo conocían así, de tal forma que cuando llegó a su primer día de clases se presentó -Soy Lipito Cajas Encinas Dórame para servir a ustedes y a Dios- y mientras todos se reían de él, la pequeña Inés se acercó y le puso una bolsita de bizcochuelos en el mesabanco como acto de solidaridad y bienvenida; en cuanto inició la clase, Lipito se metió una galleta completa a la boca y la masticó haciendo el menor rudio posible, sus pupilas se dilataron esbozando una sonrisa a Inés que estaba en el mesabancos trasero –¡Felipe, no estés comiendo en clase!- dijo la maestra y le quitó la bolsita de bizcochuelos.

-¡Cómo han pasado los años comadre, mire qué guapo Lipito recibiendo su primera comunión!-
Felipe vestido de blanco con vela en mano estaba formado para recibir la eucaristía -El cuerpo y la sangre de Cristo- Lipito Cajas tomó el copón con sus manos y se lo empinó como si fuera Kool Aid, cuando retiró la copa de la cara, sus ojos estaban repletos de felicidad –Chamaco bribón- gritó el cura y le arrebató la copa dandole un coscorrón -Amén padrecito- susurró Felipe avergonzado.

Cada semana, su nana Hortensia lo invitaba a comer; Lipito siempre llegaba apurado para saborear los frijoles -Está muy caliente el plato mijito- se trataba de un tazón escurriendo de parrales caldosos con un trozo de queso fresco en medio -Lipito, verás, prueba antes esto que le hice a tu abuelo, es su plato favorito- Felipe observó con curiosidad el trozo de pollo bañado con un menjurge café, le metió el dedo y se lo llevó a la boca -¡Nana! ¿Cómo se llama esto?- tómo un pedazo de tortilla de maíz y empezó a devorar el plato de mole; hasta que lo limpió con el dedo siguió con los frijoles…

-Compa Lipito, pásele, pruebe la barbacoa que vamos a a servir en la boda- dijo Candelario emocionado, él había sido el encargado de preparar la cena de boda de Lipito y Susy: medio tambo de carne de res con papas y aceitunas transformada en barbacoa después de 12 horas de cocción en un hoyo de tierra -Agarre una tortilla, échele carnita, juguito y papitas- Felipe siguió las instrucciones y cuando le dio la mordida -¿Qué pasa, por qué esos ojos? ¿No le gustó compadre?- Felipe tomó otra tortilla y se sirvió nuevamente. Al final se empinó el plato y de un sorbo aspiró todo el jugo de la barbacoa.

-Felipe, eres el nuevo gerente de la planta, la semana entrante irás con nosotros a México-
El hijo de Esther y Genaro era todo un ingeniero exitoso, tenía 3 hijos pequeños y otro venía en camino. Entre la familia y las muchas responsabilidades le quedaba poco tiempo para el disfrute de la vida y el reencuentro con familiares y amigos.

-Mole poblano para todos- indicó el mesero mientras servía los platos en la mesa -Tenemos que apurarnos a comer para llegar a la siguiente reunión- dijo con voz de mando el jefe de la planta; Felipe tomó una tortilla de maíz, la embarró de mole y se la llevó a la boca -¿Qué pasa Felipe?, ¿Te enchilaste?- Lipito comenzó a llorar, todos guardaron silencio, él siguió comiendo y llorando hasta terminar el plato.

No solo Lipito llevaba consigo una Caja en el apodo, todos tenemos una que guardamos en nuestra memoria, dentro de ella existen los mejores platillos y bebidas que hemos probado; los que nos han hecho reír, sonreír o dilatar las pupilas. En la caja de Felipe, estaba el mole de su abuela junto al vino, los bizcochuelos y la barbacoa. Aquel plato de mole que probó mientras trabajaba lejos de su tierra, destapó la caja y despertó las mismas emociones que cuando lo descubrió en la casa de su abuela.

¿Tú que llevas en la caja?

Chef Juan Angel – Licenciado en Periodismo y chef profesional, conductor de televisión, creador de contenidos gastronómicos y embajador de marcas de alimentos.

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