Celuloide: Pinocho de Guillermo del Toro

Por Jesús Ricardo Félix
Desde que escuchamos que el cineasta Guillermo del Toro estaba trabajando en una adaptación de Pinocho, sabíamos que no iba ser una versión rosa estilo Disney del clásico personaje de Carlo Collodi. Si mal no recuerdo la novela del escritor italiano tampoco se dirigía al público infantil, Geppeto es un alcohólico, el personaje del muñeco de madera casi mata a un compañero de la escuela y al grillo parlante lo deja moribundo de un martillazo. Solo con unos cuantos ejemplos sabemos que el autor no estaba dirigiendo su mensaje al público infantil, en el caso del mexicano, fiel a su estilo, parece acercarnos a la faceta obscura de los personajes. Es por eso que a inicios de la época decembrina en el Celuloide analizamos el primer filme animado de Guillermo del Toro: Pinocho.

Pinocho de Guillermo del Toro, es una producción mexicoamericana que comenzó a tomar forma desde el 2008. El director se asoció con el director Marc Gustafson, quien es un reconocido cineasta norteamericano que ha destacado en el mundo de la animación Stop motion. El director de Guadalajara se ha declarado admirador de la técnica Stop motion ya que la considera más artesanal y artística respecto al uso de técnicas por computadora. Juntos comenzaron a reunir un equipo que incluía a animadores de Londres, Estados Unidos y Guadalajara. El jalisciense ha demostrado que para él es importante promover el talento mexicano por lo que reunió a un grupo de paisanos a trabajar con los personajes de Pinocho y el grillo.

A continuación trataré de desmenuzar algunos elementos presentes en el desarrollo de la historia cuidando el tema de los Spoilers.

Autoritarismo: Ya lo había retomado en películas como El laberinto del Fauno, pero en Pinocho el marco bajo el cual se desarrolla la historia es la Italia fascista de Benito Mussolini. A partir de ese marco el director aprovecha para realizar una crítica al autoritarismo y al excesivo control de los gobiernos actuales (Reconozco que esa es mi lectura personal) Te digo Juan para que me escuches Pedro.

La voz de la conciencia: A pesar de que es un personaje secundario la figura del grillo en el Pinocho de Guillermo cobra una vital importancia. Para empezar es la voz narradora a partir de la cual se nos van relatando los hechos. En segunda el actor que le da vida es nada más y nada menos que Ewan McGregor.

Relación padre hijo: es otro tema recurrente en la filmografía de Guillermo del Toro, el mismo ha dicho que retoma la relación con su padre. En este caso la película se podría leer como una crítica a los estilos de crianza desde el autoritarismo al padre que apuesta a ser el amigo de sus hijos.

La criatura: el director ha mencionado que buscaba retratar un Pinocho con aires de Frankenstein tomando en cuenta que son seres inanimados que cobran vida. Al mismo tiempo son enfrentados con la estupidez humana y fuerzas superiores que los ponen a prueba.

Las criaturas azules: tanto la muerte como el espíritu del bosque como los conejos están diseñados en un color azul. De alguna manera el director busca enlazar la naturaleza de dichos personajes.

Música: algunos podrán decir que es la clave otros que le resta puntos, pero la música a cargo de Alexandre Desplat definitivamente se convierte en otro personaje a destacar dentro de la producción.

Definitivamente recomendable, si existían dudas de que Guillermo del Toro iba en acenso, con esta película demuestra que todavía puede llegar aún más alto y convertirse en uno director de época. En los detalles, la técnica, la pureza, la atmósfera, incluso la personalidad de personajes como Geppeto o el mono Sprezzatura, podemos entrever la firma de Guillermo del Toro. Me refiero a que ya puede uno decir que estás viendo una película y eso se ve muy del Toro. Ojo con la actuación de Christoph Waltz como Volpe y Cate Blanchett como Sprezzatura.