Tuercas y tornillos: Jesús como personaje sociológico
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
La semana santa es un tiempo en disputa entre aquellos que le atribuyen un profundo significado religioso y aquellos que le otorgan un sentido profano de vacaciones, diversión y descanso. Al mismo tiempo que escuchamos sacerdotes llamando a su feligresía a retomar sus creencias y comportamientos piadosos, vemos a las autoridades civiles, antes avocadas únicamente a asegurar las fiestas religiosas, preocupadas por asegurar que los turistas acudan a aquellos lugares con algún atractivo; las celebraciones piadosas se han convertido en parte de los elementos turísticos y lo que antes eran marchas solemnes de penitencia, ahora parecen representaciones teatrales de actores que desfilan con el único objetivo de dar un espectáculo para los visitantes. No obstante, la interpretación sagrada del mundo no parece retirarse como lo profetizó la ciencia social desde hace más de dos siglos, por lo contrario, continúa estando al centro de algunos de las interpretaciones, formas de vida y conflictos centrales del mundo actual.
El personaje central, a veces oculto, en estas fechas es Jesús. La semana santa es una representación de uno de los acontecimientos centrales de su vida: su crucifixión. Alrededor de este personaje histórico, religioso y cultural existe una profusa y creciente literatura. Una obra recomendable para reflexionar desde una postura no religiosa es el trabajo de Fernando Bermejo Rubio, “La invención de Jesús de Nazareth, historia, ficción, historiografía” publicado por la editorial Siglo XXI. Este libro (y lo que sigue de este escrito) debe ser leía con una gota de tolerancia por aquellos que aceptan a pie juntillas la versión de la iglesia católica respecto a los últimos días de Jesús en la tierra.
El titulo de libro “La invención de Jesús de Nazareth” puede llamar de entrada a que más de una persona levante una ceja o de plano suponga que se enfrenta a una obra que busca desde su nombre desacreditar los hechos y la misma existencia de Jesús. Este no es el caso, “la invención” hace referencia a la serie de interpretaciones que desde los tiempos de este personaje comenzaron a realizarse sobre su vida, dichos y su misma figura. Fernando Bermejo, al igual que han hecho varios escritos antes que él, concluye que Jesús fue una persona que realmente existió y lo comprueban referencias desde fuentes no cristianas y muy alejadas unas de otras, lo que dificulta la posibilidad de que todas se deriven de un mismo origen.
Una de las partes del texto analiza dos elementos que generalmente son dados por hecho; la injusticia en el juicio que se le dictó al Nazareno y los dos personajes que fueron crucificados a su lado: Dimas y Gestas. Para este autor estos dos elementos pueden estas relacionados. Para Fernando Bermejo la misma lectura de los evangelios y los trabajos históricos que existen sobre los tiempos de Jesús demuestran que este no era un tiempo propicio únicamente para líderes religiosos, sino particularmente para aquellos que desde sus creencias generaran posturas críticas a la cooperación de las mismas elites judías con la ocupación romana. En este contexto, el movimiento que Jesús encabezaba era parte de una red de grupos que buscaban despertar una rebelión popular contra el imperio y las elites religiosas acomodaticias. Es decir, el mensaje de Jesús proclamaba un nuevo reino tanto terrestre como divino.
Respecto a Dimas y Gestas, Fernando Bermejo realiza un documentado análisis de los términos con los que los evangelistas se refieren a estos personajes para concluir que, contrariamente a la creencia popular, estos dos no eran “vulgares ladrones” sino parte de una red de grupos disidentes, al igual que algunos de los discípulos de Jesús, que en algunos pasajes del nuevo testamento aparecen portando armas, incluso estas salen a relucir en el momento de la detención de Jesús. Estas circunstancias le hacen concluir a Fernando Bermejo que probablemente estos tres ejecutados eran parte de una especie de “redada” contra los cabecillas de una posible red de grupos que conspiraban contra las autoridades romanas y judías.
Un Jesús de Nazareth con una faceta guerrilla o revolucionaria no disminuye la importancia del personaje, todo lo contrario, lo complementa; su mensaje era uno que llamaba a una transformación profunda de las creencias y principalmente de las prácticas cotidianas. La praxis del mensaje de Jesús ha quedado rezagada; las celebraciones de la semana santa son el mejor empleo de la preferencia por la representación teatral que al compromiso diario con sus enseñanzas.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.