Tuercas y tornillos: Una historia en el tráfico de drogas: México y China
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
El combate de los países contra la producción y venta de sustancias que son clasificadas como ilícitas tiene una larga historia. Esta lucha es presentada como parte del interés nacional por la salud de sus ciudadanos. En realidad, el combate a las drogas es parte de una disputa económica y geopolítica. Dicho claramente, el interés central en la lucha por las drogas es por quién recibe las ganancias por la venta de estas mercancías.
Pero las drogas no sólo son una mercancía que produce ganancias, también son un instrumento geopolítico que ha permitido a naciones con aspiraciones imperiales controlar a otras. Un caso muy conocido es el uso que dieron los Estados Unidos e Inglaterra del Opio. Cuando el primer tomó control sobre las filipinas, lejos de prohibir la producción como había prometido (uno de los pretextos para expulsar a los españoles era la permisividad en el cultivo de esta droga) generaron un mercado (legal e ilegal) controlado que producía ganancias a las arcas norteamericanas. Por su parte Inglaterra utilizo esta misma sustancia en su disputa comercian contra China, las llamadas guerras de opio (1839 y 1842) lo que les permitió mantener sus ventajas comerciales y finalmente lograr el control de Hong Kong.
Pero estos no fueron los únicos países que usaron el Opio en sus disputas comerciales contra China. El Colegio de Sonora acaba de publicar el libro de Carlos Alberto Chacón Flores “Redes de opio. Distribución china- mexicana en Sonora, 1920- 1931” donde se documenta las distintas personas, lugares y volúmenes de producción de esta sustancia. El libro también muestra que los distintos gobiernos sonorenses antes y después de la revolución utilizaron el opio como uno de los argumentos en su guerra comercial y racial contra la población china. El consumo y la producción de opio fue uno de los argumentos utilizados contra exitosos negocios de población China, lo que finalmente terminó con el cierre de dichas empresas y la expulsión de muchas personas.
El trato que le dio México a la población China en los estados del norte del país, bajo pretexto de la producción de Opio, es un antecedente fundamental para entender el nuevo episodio en la guerra comercial-geopolítica por la producción de fentanilo. De nueva cuenta, países con tendencias imperialistas han creado una narrativa donde encuentran a culpables por la producción de una sustancia. Para los miembros del partido republicano uno de los principales responsables es México.
En un intento de repartir culpas y de distraer la atención norteamericana para voltear a ver a otro culpable, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mando una carta al presidente de la República Popular de China, Xi Jinping, donde pedía la colaboración de este país para detener la exportación ilegal desde precursores necesarios para la elaboración del fentanilo.
Por la redacción de la carta, cualquier respuesta positiva de China a México era una aceptación implícita de la responsabilidad de este país en la distribución de la sustancia. Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió en los años de 1920- 1931 cuando China atravesaba una época dura económica y políticamente hablando, ahora México estaba reclamando nada mas y nada menos que a la nueva super potencia mundial.
En una cátedra de diplomacia, China dio una fuerte lección a México. La respuesta fue dada por una funcionaria de segundo nivel, (lo que manda un mensaje sobre la importancia que da este país a México en este asunto) quien leyó un comunicado donde niega alguna responsabilidad de su país y, por el contrario, invita a Estados Unidos (sin nombrarlo) a dejar de presionar a países como México a aplicar políticas. Finalmente recomendó a nuestro país a disminuir su corrupción para detener el tráfico de sustancias ilícitas. En otras palabras, le dijo al gobierno mexicano mentiroso, colonia norteamericana y corrupto. La China actual no es la débil nación de inicios del siglo pasado, quien sucumbió en distintas guerras relacionadas con el tráfico de opio: la principal droga de esa época. En la actual guerra del fentanilo China es la super potencia en control. México debe ser más cuidadoso al escoger a sus rivales y aliados en la guerra actual por las drogas.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.