Celuloide: Charlie Chaplin
Por Jesús Ricardo Félix
Un 16 de abril de 1889 nacería en Londres el actor y director Charles Spencer Chaplin. De origen humilde se dice que ambos padres estaban relacionados con el mundo del espectáculo, su padre un actor y cantante alcohólico que los abandonaría a temprana edad, su madre una actriz humilde que intentaba salir adelante a pesar de las carencias económicas. Algunas de las anécdotas de ese periodo es que comían caldos de pescado que cocinaban de las cabezas que desechaban los comerciantes del mercado. Charlie y su hermano pasarían algún tiempo recluidos en orfanatos y centros de apoyo para menores. Algunos dicen que comenzaría a aparecer en escena desde los doce años aunque otros sugieren que desde los cinco ya apoyaba a su madre en los números que presentaba. Casualmente uno de los primeros personajes que presentaría sería el de un borracho. El comediante británico no solo actuaba sino que además era el realizador, escritor, compositor musical, productor y en ocasiones hasta editor.
Los temas que abordaba el artista londinense causaban controversia, su personaje del vagabundo le permitía exponer a una sociedad occidental con marcadas desigualdades. En el periodo del macartismo y la llamada lista negra de Hollywood se llegó a pensar que el inglés promovía ideas comunistas. Tal vez fue por eso que J. Edgar Hoover, director del FBI, tenía un expediente bastante amplio del artista negándole el acceso al país después de un viaje a Suiza. El ex director del FBI era conocido por utilizar secretos sexuales de sus “rivales políticos” para amedrentarlos. De ahí se explica su matrimonio en Empalme con Lita Grey, actriz de apenas dieciséis años cuando él tenía treinta y cinco. Otro de los pecados de Chaplin fue patear a un oficial de migración en una escena y la cereza en el pastel sería El gran dictador, donde parodiaba a líderes como Hitler y Mussolini. Aquí en el Celuloide recordamos tres de sus principales películas.
Tiempos modernos
Un rival político de Chaplin fue el empresario Henry Ford, en este clásico del cine se expone una crítica a lo que se conocía como la revolución industrial y como las máquinas sustituían al hombre. En una de las escenas más memorables en la filmografía de Chaplin observamos como una de las maquinas se lo traga hasta llevarlo al vientre de los engranes. Se rumora que Chaplin eligió un actor parecido a Ford para completar su parodia.
La quimera del oro
La película se basó en una anécdota de la vida real, un grupo de exploradores se quedaron varados en medio de una tormenta de nieve, llegando a comerse los zapatos y hasta recurrir al canibalismo. En la película los zapatos están hechos de pastel pero hubo que repetir la escena en algunas ocasiones por lo que provocaron dolor estomacal en el actor. La escena con los panes bailarines se convirtió en una de las escenas más famosas del cine, se dice que Chaplin ya había hecho ese juego con amigos o personalidades como Pablo Picasso.
El gran dictador
La película se comenzó a filmar en secreto debido a que los Estados Unidos estaban en buenos términos con el dictador alemán. Chaplin guardaba varios rasgos con Hitler, nacieron el mismo mes del mismo año, misma talla, mismo bigote, Chaplin interpretaba un vagabundo cuando Adolph era vagabundo en Viena, ausentes de padre, Chaplin viajo a Norteamérica donde encontró éxito en la comedia, Hitler se mudó a Alemania donde encontró su lugar en la política. Si recordamos que en la Alemania nazi estaba prohibida la exhibición de películas extranjeras, nos llama la atención el hecho de que el dictador alemán no programaría una si no un par de veces la parodia de El gran dictador en su sala de cine particular.
