martes, enero 14, 2025
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Tuercas y tornillos: ¿Pueden las ciencias sociales colaborar para disminuir la ola de calor?

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Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
En los últimos días el aumento de las temperaturas ha generado un fenómeno atmosférico denominado como “olas de calor”, presente en al menos 22 estados de la República mexicana. Las condiciones climáticas permiten pronosticar que estas condiciones estarán presentes en los próximos 15 días y repetirse durante uno o dos meses. El primer ministro de Canadá, país que enfrenta los peores incendios forestales de su historia, ha dicho que los países requieren un continuo aprendizaje para hacer frente a los efectos del calentamiento global. Ante estos fenómenos, ¿Qué nos dice al respecto la sociología? ¿Existe alguna forma en que las ciencias sociales puedan colaborar para disminuir la ola de calor?

En primer lugar, tenemos que entender que la sociedad actual es heredera de la modernidad. Esta época se caracterizó, entre otras cosas, por colocar a la razón como uno de los fundamentos para el mejoramiento de la vida de los individuos y las sociedades. Esta apuesta por generar conocimientos construidos por medio de la razón permitió un crecimiento en la capacidad de los hombres para controlar el medio natural y dejar de ser víctimas de catástrofes naturales que eran impredecibles como un huracán.

El desarrollo de los conocimientos por medio de la ciencia y la tecnología no ha estado exento de problemas, en diversos casos estos han sido usados para aumentar la explotación de los recursos naturales. La escala de esta extracción de recursos es una de las causas más importantes de nuestro predicamento actual: el calentamiento global como consecuencia de la destrucción de ecosistemas, deforestación, contaminación de cuerpos de agua y de aire, desaparición de especies animales, etcétera.

Una de las bases de esta explotación desmedida de los recursos naturales está en el consumo, es decir, nuestro interés por adquirir los bienes o servicios que el mercado pone a nuestra disposición. En otras palabras, aunque podamos pensar que como individuos que vivimos en México no podemos hacer nada por detener, por ejemplo, los incendios en Canadá, si podemos ayudar a detener la destrucción de la naturaleza reduciendo nuestros niveles de compras; ¿Cuántas camisas, pantalones necesitamos realmente? ¿Requerimos cambiar de celular cada año para adquirir la última versión de nuestra marca favorita?

Otra manera de ver el problema del calentamiento global desde las ciencias sociales es la desgracia de los comunes. En resumen, esto quiere decir que cuando todos buscamos nuestro beneficio particular podemos estar generando un gran problema para la comunidad. En las ciudades, por ejemplo, todos decidimos que para nuestra comodidad personal lo mejor es usar el carro para trasladarnos a cualquier lugar. Como todos buscamos hacer lo mismo, el resultado es tráfico, contaminación y claro, un aumento del cambio climático.

Una forma de revertir los efectos negativos de la desgracia de los comunes es el conjunto de acciones individuales que, parecen pequeñas, pero en su conjunto tendrán un efecto acumulativo en combatir la apremiante situación actual de calentamiento global. Por ejemplo, si cada ciudadano planta un árbol o mantiene plantas en sus viviendas esto tendría un efecto en la temperatura de sus ciudades. Esto ya se está poniendo en práctica en ciudades como Barcelona y París, donde los gobiernos están regalando plantas para que sus ciudadanos coloquen en sus balcones o patios a fin de aliviar la ola de calor.

En resumen, las ciencias sociales nos permiten vislumbrar que las sociedades han desarrollado las capacidades para transformar su medio natural, para bien o para su propio prejuicio, pero es necesaria la cooperación de todos, la moderación de nuestros hábitos de consumo y el tomar acciones concretas en nuestras viviendas para aliviar los efectos de las olas de calor.

Separador - La Chicharra

MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.

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