viernes, noviembre 22, 2024
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Tuercas y tornillos: El Frente Nacional de Estudiantes de Posgrado

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Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
En un evento organizado para hablar sobre el Tren Maya, uno de los ponentes preocupado por la composición de la mesa donde participaban sociólogos, nos pidió “no politizar” la discusión. Esa afirmación la repitió un par de veces. Esto me llevó a recordar una pregunta central para analizar las políticas públicas de cualquier gobierno: ¿La toma de decisiones sobre el uso de los recursos públicos puede ser meramente una decisión “técnica” (lo que sea que esta última palabra signifique)?

El uso de los recursos públicos, en este caso para la asignación de becas de posgrado, es lo que está detrás de la formación reciente del Frente Nacional de Estudiantes de Posgrado (FNEP). Esta agrupación fue creada por los estudiantes que habían sido aceptados o estaban cursando estudios de posgrado en alguna institución educativa mexicana y fueron notificados que, debido al cambio de reglas del Conahcyt sobre posgrados, ahora existían algunos de nivel 1 (investigación) que eran elegibles para becas y otros que eran nivel 3 (profesionalizante) y que no eran elegibles para becas. Aunque no todos los posgrados que se encuentran en la categoría 3 quedaron sin becas, si existe un gran número de ellos: de un total de 2,976 posgrados registrados ante el Conahcyt 1,976 son elegibles para que sus estudiantes reciban beca y 1,000 no pueden acceder a este beneficio. Los estudiantes que ahora no tendrán beca habían sometido sus papeles con la promesa de que recibirían este apoyo (lo que implicó en muchos casos dejar un trabajo, cambiar de domicilio, etcétera) o estaban cursando algún semestre de su formación en el posgrado. Ahora se encuentran sin los recursos para iniciar sus estudios o poder concluirlos; han comenzado a presentarse deserciones o abandonos. Para algunos de ellos la beca constituía el principal sostén de sus familias.

La medida de clasificar posgrados como “no elegibles” responde a la generación de un criterio “técnico” sobre el uso de los recursos públicos. Pero como bien lo han explicado los críticos a este tipo de medias neoliberales, las decisiones técnicas tienen detrás un conjunto de posiciones políticas que son disfrazadas y justificadas como decisiones basadas en “cálculos neutrales”. En este caso, las razones de asignación de los posgrados, que no han sido transparentes, hablan sobre el cobro de cuotas de las universidades (sin embargo, existen casos donde la misma universidad o instituto tienen los mismos criterios al respecto, pero sus posgrados fueron ubicados en nivel 1 o 3 sin alguna explicación clara). La razón política es que el gobierno quiere decir cuáles son las áreas prioritarias de educación en posgrado y de investigación. Pero aun aceptando sin conceder que las universidades no cumplieran con algún criterio, ¿Es justo que los principales castigados sean los estudiantes?

El Frente Nacional de Estudiantes de Posgrado (FNEP) realizó una primera manifestación pública el 5 de septiembre. La concentración más importante tuvo lugar afuera de las oficinas del Conahcyt en la ciudad de México, pero existieron movilizaciones paralelas en otros estados de la República. La agrupación está buscando continuar con un activismo en redes sociales, nuevas marchas y acciones legales. Esta organización cuenta con más de 800 miembros de más de 13 estados de la república, además de la participación de estudiantes extranjeros de países como Colombia, Argentina, Cuba y Salvador.

El FNEP requiere consolidar sus justas demandas mediante la búsqueda de alianzas con actores claves tanto en el tema directo (la educación), como en el ámbito social y cultural. Para ello, un conjunto natural de posibles aliados son los sindicatos universitarios, las asociaciones y las academias. Dentro de las distintas universidades, existen profesores e investigadores que comparten la indignación y el enojo por las medidas que afectan a los estudiantes de posgrado, quien son los futuros investigadores de este país. Por otro lado, la coyuntura electoral abre una oportunidad política para que los reclamos del FNEP sean escuchados por un sector más grande de la sociedad. Existe un comunicado oficial de esta organización, donde se expresan claramente sus demandas y posturas, consultable en sus redes sociales. La lucha de los integrantes del FNEP no es por acceder a un “privilegio”, sino por continuar su preparación y colaborar en el crecimiento de un país necesitado de personas que buscan dedicarse a la investigación y la enseñanza.

Separador - La Chicharra

MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.

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