Celuloide: Ripley
Por Jesús Ricardo Félix
La novela El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith, fue publicada por primera vez en 1955. Dicha novela ha sido adaptada algunas veces para la pantalla: A pleno sol, película francesa de 1960 protagonizada por Alain Delon; después le tocó el turno al filme alemán El amigo americano, versión de Wim Wenders, protagonizada por Bruno Ganz y Dennis Hopper. Después llegaría la versión tipo Hollywood a fines de los noventas The Talented Mr. Ripley, donde el elenco secundario opacaba el desempeño de protagonistas tipo Matt Damon, con actores talentosos como Cate Blanchett y Philip Seymour Hoffman. Por último se encuentra la menos conocida El juego de Ripley, dirigida por la realizadora italiana Liliana Cavani y protagonizada por John Malkovich.
Es por eso que en esta ocasión hablaremos de Ripley, la nueva versión transformada en serie. Ripley es una serie de televisión norteamericana del 2024 dirigida por Steven Zaillian, guionista de origen armenio reconocido por escribir películas como American Gangster, Hannibal, y La lista de Schindler.
La nueva versión de Ripley está protagonizada por Andrew Scott, como Tom Ripley, Johnny Flynn como Dickie y Dakota Fanning como Marge. Andrew Scott es aquel sacerdote tragicómico de la reconocida serie británica Fleabag, reseñada alguna vez en este espacio. Desde un inicio sabemos que la narrativa de Ripley va ser algo peculiar, comenzando por su llamativo blanco y negro. Ese tema nos puede predisponer y comenzar a sospechar que la producción es un poco pretenciosa y que se va a tornar lenta y aburrida pero para nada. Desde los primeros planos parece que volvemos al pasado y nos remontamos a los mejores años del neorrealismo italiano de los Rossellini pasando por los De Sica hasta llegar a Fellini. Recordando un poco la trama de la historia nos introducimos al personaje de Tom Ripley, un astuto estafador que intenta sobrevivir en el Nueva York de los años sesentas. A pesar de su astucia Ripley vive en un cuartucho medio destartalado alejado de la buena vida a la que aspira pertenecer. Por azares del destino es contratado por un millonario para tratar de convencer a su hijo pródigo que regrese a casa. Dickie es el nombre del junior que se ha asentado en el sur de Nápoles en un poblado llamado Atrani, ahí vive jugando a ser pintor mientras escucha jazz y recorre los bares y cafés europeos al lado de su novia Marge. Ripley intenta adentrarse en su mundo aburguesado con los recursos que ha aprendido en el mundo de la estafa.
El personaje de Ripley aspira al éxito de los personajes que va descubriendo en su nueva vida, se da cuenta que todos los ricos quieren hacer arte, pero que a la vez no gozan del suficiente talento para trascender. Las estatuas, esculturas y pinturas europeas que se nos van mostrando como en una galería, son el universo al cual Ripley aspira pertenecer. Nuestro protagonista se va trasformando a lo largo de los episodios moldeando su identidad a través de los espejos como en un monologo teatral.
La serie Ripley es definitivamente recomendable, hay que recordar que todas las versiones de Ripley hasta ahora son consideradas más una obra artística que un producto comercial, por lo que no sé si sea justo medirla por la cantidad de público que la consume. Es un platillo difícil de dirigir, ya que la narrativa es pausada y densa, que aleja a las masas acostumbradas a la acción y efectos especiales constantes. Ripley más bien apela a un thriller de suspenso, apoyado en buenos actores y una escenografía renacentista que recuerda a filmes como La muerte en Venecia, de Luchino Visconti o los claroscuros de Caravaggio.