Tuercas y tornillos: ¿Por qué México obtiene tan pocas medallas en las olimpiadas?
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
México ha participado en 24 Juegos Olímpicos, obteniendo un total de 73 medallas. Esto nos da un promedio de 3 medallas por competencia. Con la medalla obtenida el 8 de agosto, nuestro país se sitúa por encima del promedio, con un total de 4 preseas olímpicas hasta el momento.
En cuanto a las medallas de oro, México ha conseguido un total de 13, lo que equivale a un promedio de media medalla de oro por competencia; en otras palabras, nos toma 8 años obtener una presea dorada. Respecto a las medallas de plata, obtenemos 1 por competencia, y en el caso de las de bronce, obtenemos una medalla y media en cada olimpiada.
Esta es la realidad de las delegaciones olímpicas en cada olimpiada: obtener 3 medallas. Por supuesto, ha habido ediciones con mejores resultados. El mejor desempeño fue en México 1968, donde se obtuvieron 9 medallas (3 de oro, 3 de plata y 3 de bronce), y el segundo mejor fue en Londres 2012, con 8 medallas (1 de oro, 3 de plata y 4 de bronce).
Aunque nuestro promedio histórico es bajo, la situación cambia si consideramos únicamente las competencias desde el año 2000 hasta la fecha. En ese período, México ha obtenido un total de 27 medallas, lo que da un promedio de 5.4 medallas por competencia (sin contar la actual, que sigue en desarrollo), con un total de 4 medallas de oro, 12 de plata y 11 de bronce. Este promedio de 5 medallas debería haber sido la meta mínima en los presentes Juegos Olímpicos de París.
En cualquiera de los dos casos, es un hecho que nuestro promedio de 3 o 5 medallas es muy bajo si nos comparamos con países de similar nivel en población, territorio o desarrollo económico. Por ejemplo, Brasil ha obtenido un total de 150 medallas en todas las olimpiadas, lo que arroja un promedio de 6 medallas por competencia, el doble que México. Sin embargo, si consideramos también las competencias desde el año 2000, los números de Brasil muestran una notable mejora, con 79 medallas entre Sídney y Río de Janeiro 2016, con un promedio de 15.8 medallas por competencia. En estas cinco competencias, Brasil obtuvo 24 medallas de oro (el mismo total que México ha logrado en toda su historia), 23 de plata y 32 de bronce.
¿Cuáles son las razones que explican nuestro bajo desempeño en los Juegos Olímpicos? Sin duda, este es un tema complejo que depende de múltiples factores y que presenta explicaciones muy diversas según el deporte y la olimpiada en cuestión. Sin embargo, un aspecto central es el papel que desempeña el deporte en el proyecto estatal del país.
Generalmente, cuando se analizan los resultados olímpicos, los comentaristas deportivos mencionan un lugar común: los apoyos a los deportistas no son suficientes. La mayoría de nuestros atletas han logrado impulsar su carrera gracias al apoyo de sus familias o de alguna institución específica. Existen redes de corrupción en las federaciones deportivas, el Comité Olímpico Mexicano y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, que mantienen disputas con las federaciones y ofrecen apoyos selectivos a ciertos deportistas. Todas estas razones son, sin duda, gran parte del problema; sin embargo, existe un tema más general: el papel que el Estado le otorga al deporte.
Aunque el Estado mexicano considera formalmente al deporte como un tema importante, en la práctica le otorga un papel secundario. Esto se refleja en la inversión y mantenimiento de la infraestructura pública para la práctica de diferentes actividades deportivas. Las instalaciones públicas generalmente se encuentran en mal estado y se concentran en pocos deportes, principalmente el fútbol o béisbol. Los distintos deportes olímpicos no son vistos por la población como alternativas viables para superar entornos de marginación. En muchas ocasiones, los deportistas mexicanos son aquellos que ya cuentan con una red de apoyo propia; pocos (aunque existen) han logrado hacer de algún deporte olímpico un medio para mejorar sus condiciones de vida. Mientras el Estado mexicano no considere la práctica de diferentes deportes como centrales (y con ello una política sostenida para generar infraestructura, instructores, becas y apoyos), así como entender que los deportes pueden ser un camino para promover el bienestar de la población y una vía para la mejora de la situación personal y familiar, nuestros resultados en las olimpiadas continuarán por esta senda de bajos resultados.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio de Sonora
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.