Tono y son: El Flaco de oro [Parte 1]
Por: Jesús M. Corona M.
Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino.
La fecha de nacimiento según el mismo Agustín era la de 30 de octubre de 1900 en Tlacotalpan, Veracruz, y esa es la que toman como buena la mayoría de sus biógrafos y es la que registra su tumba en la Rotonda de los hombres ilustres donde reposan sus restos. Sin embargo el personaje que nos ocupa era dado a la mitomanía y conociendo esto, el periodista Jaime Almeida realizó una acuciosa búsqueda en archivos del Registro Civil y de la Iglesia Católica en el D.F. y esa investigación trajo la certeza definitiva que el maestro compositor en realidad nació el mismo día pero de 1897 y el lugar no fue Veracruz sino el mismísimo centro histórico del D.F.. Esa información la encontró Almeida con los mismos datos tanto en la Fé de Bautismo como en el Acta de Nacimiento. Lo que sí es cierto es que a edad muy temprana fue llevado a vivir a Tlacotalpan y debemos suponer que el encanto de ese lugar alegre y de colorido sin igual lo cautivaran para toda su vida, de ahí que siempre se haya declarado jarocho de corazón.
Sus admiradores le llamaban “Músico y Poeta”, sus amigos cercanos “Flaco de Oro” y sus colegas envidiosos frustrados “Flacohijode…”
Desde niño empezó a mostrar el talento inherente que traía consigo ya que con solo 7 años mostraba un inusual dominio del teclado blanco y negro, sin haber tomado clases de piano. Se dice que desde los 12 años ya trabajaba en antros de mala muerte y que a su madre le decía que trabajaba en el telégrafo en turnos nocturnos, personalmente no lo creo porque en esa época era más estricta la vigilancia de cantinas, prostíbulos, lupanares, etc. y el clásico anuncio prohibiendo la entrada a menores de edad, mujeres y uniformados se respetaba.
Su música
Lo que es absolutamente cierto es que Lara fue vago desde siempre y la necesidad de trabajar para ayudar a su madre abandonada a su suerte lo orilló a hacer por la vida dentro del ambiente bohemio que lo marcó y sirvió de inspiración en su vasta producción musical.
Su creación abarcó géneros tan diversos como boleros tropicales, tangos, pasodobles, instrumentales y hasta una opereta que intituló “El pájaro de oro”. Se estima que fueron cerca de 700 piezas las que compuso.
Sus intérpretes también fueron muy numerosos tanto en México como en el extranjero; destacando entre los nacionales los Pedros Infante y Vargas, Javier Solís, Hugo Avendaño, José Mojica, Alejandro Algara y más recientes Placido Domingo, Ramón Vargas, Fernando de la mora, Alejandro Fernández, Luis Miguel, y de los extranjeros: Mario Lanza, Sara Montiel, Josephine Baker, María Dolores Pradera, José Luis Rodríguez “ El Puma”, Libertad Lamarque, Rocío Durcal, Luciano Pavarotti, Andrea Boccelli y muchos mas que sería ocioso enumerar. Sin embargo la intérprete femenina preferida fue Toña la Negra, y de los hombres Alejandro Algara, ellos dos grabaron una buena cantidad de temas del multicitado canta autor.
Su físico era poco agraciado, escaso de carnes y su rostro marcado por una cicatriz a consecuencia del ataque con una botella rota que le ocasionó una corista que trabajaba en un cabaret donde Lara amenizaba con su música interpretada por el mismo en su piano.
Su voz grave, un tanto desagradable y sin mucho volumen (cantante de primera fila como le calificaran a José Mojica en su primera gira por España), a pesar de ello se atrevía cantar en vivo (sus detractores alegaban que “decía” sus canciones) y tenía sus seguidores, tanto que la empresa Reader’s Digest (división música) le grabó una colección de 3 LPs con su música, imagino que el lanzamiento de dicha colección se hizo habiendo realizado un estudio de mercado previamente.
Amores…
Era un coqueto empedernido y tuvo diversos amoríos antes y después de casarse con María Félix, nuestra coterránea con quien se casó en 1945 y a quien enamoró componiéndole canciones como Aquel amor, Noche de ronda y otras más, pero con la que la cautivó definitivamente fue con María Bonita.
La circunstancia de que “La Diva” estaba considerada una de las mujeres más bellas del mundo en esa época le dieron proyección mundial a la canción y a su compositor, y la casa en “Las Lomas” donde fijaron su residencia se convirtió en el lugar de moda para tertulias bohemias de artistas, escritores, políticos, toreros, etc.
Su amor por Veracruz y los recuerdos que tenia de su niñez vivida en Tlacotalpan se reflejaron en algunas piezas musicales inspiradas por esa alegre y bullanquera tierra y sin lugar a dudas la que proyectó con mayor realidad sus sentimientos para ese bello rincón patrio lo constituyó la canción “Veracruz” y de los intérpretes, la que mejor captó la intención y sensibilidad que plasmó en ella fue Toña la Negra.
* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador
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