Espejo desenterrado: Hay de drogas a drogas
Karla Valenzuela
En 1907, un anuncio publicado en un periódico de Atlanta rezaba: “Sólo hay una cosa que una botella puede contener que te haga olvidar las preocupaciones y la fatiga”. Éste, aludía al adictivo líquido oscuro ya tan exitoso en todos los estratos sociales que, además de propiciar que las penas fueran menos al tiempo que se calmaba la sed, se decía que corroía los dientes, y –bendito Dios- lejanamente a lo que se creía, éste no contenía cocaína, sino cafeína, según decía la misma publicidad. Sí, efectivamente, se trata de la Coca Cola.
Sin embargo, se dice que poco años antes, este “refresco” sí contenía algún extracto de hojas de coca y que, dándole el carácter espirituoso que ameritaba, era considerada como una bebida “intelectual”.
Por otro lado, también algunas pastillas, ya sea para curar irritación de garganta o afecciones en los bronquios, también contenían algo de esta droga, claro, mezclada con clorato potásico o hasta mentol.
Además, es imprescindible nombrar que Bayer, una marca que has hoy produce las “inofesivas” aspirinas, lanzó en 1898 un segundo producto: el jarabe de heroína, sustituto de la morfina pero que, supuestamente, carecía de sus efectos sedantes. También en España se utilizaba la heroína o la morfina para cesar los molestos achaques de los niños cuando les afligía la tos, hasta que años después detuvo su venta.
El tiempo ha pasado y , como éste, podríamos encontrar innumerables ejemplos de medicamentos que contenían drogas no permitidas o de alimentos que en un principio contenían algún tipo de sedante con consecuencias absolutamente discutibles.
Hoy, en pleno siglo XXI, la discusión del uso lúdico de la mariguana, aún con fines terapéuticos, continúa. Más, luego de que en México, la Suprema Corte de Justicia ha concedido amparo a cuatro personas para que la consuman y hasta para que la cultiven, aunque esto no implique que se haya legalizado.
Opiniones las hay en contra y a favor. Lo cierto es que para cuatro personas ya está permitida la mariguana y esto marca el inicio de muchas cosas.
En las manos de todos está que el uso de esta resolución sea para bien y que no se utilice como pretexto para evadir una realidad concreta: hay tantas cosas en el país que hay que analizar y que también merecen nuestra atención para ver resultados, que esta polémica más temprano que tarde debería pasar a segundo término. A fin de cuentas, la discusión de la mariguana ya es cosa vieja. ¿No lo crees?