Así… sin agua va…
Por: L.A.E. Jesús M. Corona M.
El pasado lunes 23 del presente mes se anunció formalmente en el puerto de Guaymas la construcción de una planta desalinizadora para abastecer la región de Guaymas-Empalme. Se habló de una inversión inicial de 400 millones de pesos, aunque no se informó de volúmenes de agua resultantes del proceso de desalinización.
¿Cuál es la razón por la que países con déficit de este elemento y que además cuentan con muchos más recursos económicos que nosotros, no han instalado un mayor número de plantas de este tipo?
Confieso que no me convence mucho la solución para el desabasto de una amplia población, independientemente de los altos costos que conlleva; un asunto que se debería tomar en cuenta es el del impacto ambiental que genera procesar altos volúmenes de agua de mar: ¿a dónde van a parar las sales y demás sólidos que quedan de remanentes? Sigo elucubrando y caigo en cuenta: si es tan bondadoso este método para resolver el desabasto del liquido vital, ¿cuál es la razón por la que países con déficit de este elemento y que además cuentan con muchos más recursos económicos que nosotros, no han instalado un mayor número de plantas de este tipo? Habrá que aclararlo.
Me inquieta más la noticia de que, a mediano plazo, se pretende conectar un acueducto desde estas instalaciones para reforzar el abasto de nuestra ciudad. Independientemente de los altos costos que implica la conducción del agua que además va a requerir bombeo al generarse a nivel del mar y tener que subirse hasta acá, la pregunta que surge es: ¿se va a dejar sin utilizar el acueducto Independencia y desperdiciar con ello la millonaria inversión realizada?
Otra duda que tendrían que aclarar es la de por qué la CNA renuncia a la conciliación con los usufructuarios del Valle del Yaqui, elude ejercer autoridad buscando la solución a base de invertir una millonada que no tendría por qué hacerse. Además, concideron que habría que esperarse a conocer la sentencia de la Suprema Corte de Justicia relativo al litigio por el agua o ¿acaso sabrán algo que nosotros no sabemos?
El acueducto del Novillo -“se nos informó oficialmente”- tuvo una inversión de 400 millones de pesos y su trasvase tiene extensos tramos donde el agua avanza por gravedad, cosa que no ocurrirá con el Guaymas-Hermosillo, lo que aumentaría los costos de operación.
Me permito proponer una solución alternativa: enviar agua de la planta tratadora próxima a operar, a la Costa para utilizarla en el riego agrícola y dejar de utilizar la de sus pozos, y esa agua traerla a esta ciudad para el consumo de la población. Considero que el acueducto sería de una dimensión equivalente a la mitad o menos de distancia del de Guaymas y, adicionalmente, tendríamos agua de mejor calidad, con los consecuentes ahorros de inversión y conducción. Esperemos que sea considerada esta posibilidad de solución, buscando la optimización de los recursos y el beneficio para todos.