Mexico, candil de la calle y obscuridad de la casa…
Por: L.A.E. Jesús M. Corona M.
No dejan de sorprendernos nuestras máximas autoridades federales con la toma de decisiones “Kafkianas” (que sólo ellos entienden), porque ¿de qué otra forma se puede interpretar que PEMEX pretenda competir de tú a tú con las grandes petroleras mundiales en su propia casa?
Según trascendió en una nota de la agencia noticiosa Reforma dada a conocer a principios de este mes de diciembre, PEMEX abrió su primer franquicia en Houston, Texas, con el segundo precio más barato de esa región, casi un cincuenta por ciento más barato que en nuestro país. La información brindada fue en el sentido que un grupo de gasolineros de Estados Unidos compró la franquicia “PEMEX” para instalar cinco estaciones de servicio en Houston, la primera ya empezó a operar y el resto lo harán antes de finalizar el año.
De acuerdo con el portal GasBuddy.com en esta estación se vendió el galón de gasolina regular (similar a la Magna) a $1.54 dlls., es decir a 6.80 por litro con un tipo de cambio de 16.74 . Adicionalmente ofrecen gasolina de medio grado (midgrade) a $1.74 dlls. galón (7.69 pesos litro); $1.94 dlls. la Premium equivalente a 8.58 pesos por litro y el Diesel a $2.05 dlls o 9.06 pesos por litro. En nuestro país los empresarios del ramo venden la Magna a $13.57 pesos por litro, la Premium a $14.38 y el Diesel a $14.21 pesos.
La ciudad de Houston fue seleccionada para realizar una prueba piloto por su alta población de origen latino, donde la mayoría es mexicana y además por ser una urbe muy competida en el ramo gasolinero. PEMEX pretende expandirse fuera de México y este es el primer paso en la estrategia de posicionamiento en este rubro.
Lo que no nos han dicho es como le van a hacer, si el petróleo refinado en nuestras plantas no alcanza para el abasto nacional y tenemos que importar de los mismos Estados unidos lo que nos hace falta. Nos dicen también que el precio que pagamos por el combustible no alcanza a cubrir su costo de producción y distribución, viéndose forzados a subsidiarlo, además de que nuestras gasolinas dejan mucho que desear en cuanto a rendimiento y calidad, con respecto a las de “allende la frontera”.
Entonces aumenta mi confusión para entender la visionaria campaña de conquistar el mercado más rico del mundo, con un producto del que somos deficitarios en su producción y de dudosa competitividad en cuanto a calidad, a menos que nos hayan estado engañando todo el tiempo con respecto a los costos de producción y distribución para vendernos más caro. Y en lo referente a la discutible calidad de los combustibles, la culpa quizás la tengan los responsables de su venta al último consumidor (con prácticas poco éticas como las de “bautizar” las gasolinas), total que desde siempre nos han tomado el pelo vendiéndonos litros de 900 ml o menos, no es nada descabellado creerlo, la justificación más socorrida que utilizan es de que el margen de ganancia es muy poco y que por causa de la evaporización tienen mucha merma. ¿Y usted qué opina?
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