Espejo desenterrado: Para una ilustrada Navidad…
“El recuerdo, como una vela, brilla más en Navidad”. Charles Dickens
Por Karla Valenzuela
Desde hoy, es época ya de vacaciones para los estudiantes y comienza- claro- la cuenta regresiva para recibir la Navidad.
Los sueños, los juegos y las sonrisas no se hacen esperar, sobre todo por la buena oportunidad que significa esta época para pasar los días al lado de los seres queridos.
Por supuesto, también es un buen tiempo para tomar de pretexto la época y acercarse a la literatura que refiere a lo navideño.
“Cuento de Navidad”, de Charles Dickens; “El Cascanueces y el Rey de los ratones”, de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann; “Cuentos de Andersen”, de Hans Christian Andersen; “El Gigante egoísta”, de Oscar Wilde; y Cartas de Papá Noel, de J.R.R. Tolkien; son obras representativas con las que bien se terminar el año leyendo y, por supuesto, comenzarlo, como se debe, también inmerso en la lectura.
La mayoría de las obras – tal y como este mes- tiene un dejo de tristeza, de melancolía entre sus páginas y, algunas llevan consigo alguna enseñanza escondida, un tanto menos gratuita que el sentimentalismo de las adaptaciones de cine, pero son historias clásicas que todos debemos leer alguna vez, siempre con la consigna de trasmitirles el gusto a los nuestros.
A fin de cuentas, el mejor regalo que podemos dar es un buen hábito, y el de la lectura vaya que lo es. Si quiere comprobarlo, lo invito a buscar alguna historia navideña y comenzar ahora. Nos vemos en la nieve de la nostalgia literaria.
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