Tono y son: Cornelio Reyna
Por: Jesús M. Corona M.
Llaman poderosamente la atención las similitudes que hay en las vidas de los compositores de la música popular mexicana, sus orígenes, su formación en la disciplina del trabajo duro desde edades tempranas y como más significativo su formación empírica. ¿Acaso ese contacto con la cruda realidad y su lucha por la sobrevivencia sirvieron de impulso e inspiración para lograr destacar entre miles que se quedaron en el camino?
El hecho es que Cornelio Reyna Cisneros nació en la humilde ranchería de Natillas, ubicada en el sur del estado de Coahuila, aunque su registro dice que fue en Parras de la Fuente, Coahuila, el 16 de septiembre de 1940 y sus padres fueron María Cisneros Almaquer y Ramón Reyna Segovia, mucha gente cree que su lugar de origen fue Reynosa, Tams., por el gran cariño que le tuvo a esa ciudad y porque en ella desarrolló gran parte de su trabajo. Sus primeros años los vivió en Monterrey y de ahí se traslado a Tamaulipas, donde trabajó en una ladrillera.
Sin embargo ya traía muy fuerte la convicción de buscar incursionar en el mundo del espectáculo y no lo pensó mucho para empezar a forjar su sueño, porque en 1957 con apenas 17 años, Cornelio se asoció con Juan Peña para formar un dueto al que de denominaron “Carta Blanca”, haciendo sus primeras presentaciones en el “Bar Cadillac”, que era una especie aparador para muchos cantantes del norte de Tamaulipas y del sur de Texas, de ese lugar salían a trabajar a centros nocturnos de Reynosa.
A medida que Cornelio fue ganando en seguridad y confianza de su propio talento, fue aumentando las expectativas por cantar en forma profesional, dado que amén de cantar desarrolló una gran habilidad para tocar el bajo sexto.
En 1961 al mismo “Bar Cadillac”, llegó un muchacho joven a pedir trabajo de bolero, ese aspirante a trabajar de ‘limpia botas” se llamaba Ramón Covarrubias (con el tiempo triunfaría en el negocio musical con el nombre de Ramón Ayala). Muy pronto Ramón mostró su habilidad para tocar el acordeón y por ello los integrantes del dueto “Carta Blanca” no dudaron en invitarlo a integrarse al dueto para suplir a Juan Peña, que buscando mejores horizontes, quiso seguir su carrera como solista y por lo visto “no la hizo” -como decimos coloquialmente- y se perdió en el anonimato.
Por su parte, Ramón y Cornelio formaron un nuevo dueto al que le pusieron “Relámpagos del Norte” y de inmediato empezó a llamar la atención la destreza para tocar el acordeón por parte de Ramón y la de Cornelio con el bajo sexto. Cabe mencionar que muchos de los temas que interpretaban eran fruto de la inspiración de Cornelio.
En sus inicios el dueto se empezó a promocionar tocando y cantando en las cantinas de Reynosa, y fue el año de 1963 cuando los oyó cantar un representante de Bego Records y convencido del potencial que tenían los noveles cantantes, les ofrece grabar su primer disco, y con el logran un debut exitoso en el medio artístico, porque la canción “Ya no llores” captó el gusto del público, y ese primer hit fue el inicio de una serie de éxitos que los proyectaron en el noroeste de México y el Valle de Texas, con canciones como: Hay ojitos, La tinta de mi sangre, Mi tesoro, vida truncada, Capullito de Rosa, entre otras muchas.
Los Relámpagos del Norte – Ya no llores
El tono de voz tan especial que tenía Cornelio y la maestría con que Ramón ejecutaba el acordeón inauguró un estilo que pegó tanto que desde entonces y hasta la fecha, tanto grupos como solistas, interpretan la música norteña de esa forma.
Al salir de los Relampagos del Norte junto con Kiko Montalvo formó el dueto “Reyes del Norte” y lograron hacer exitosas canciones como: Mil noches, Tu traición, Me caí de la nube, Lágrimas de mi barrio, Mil besos, Si tu supieras, con el Mariacho Oro y Plata de México, y como grupo norteño.
Cornelio Reyna – Me caí de la nube
La canción “Me caí de la nube” representó un gran éxito que se reflejó en ventas extraordinarias de discos y contratos de presentaciones tanto en México como en la Unión Americana, centro y Sudamérica.
Cine
La fama y popularidad lograda en la industria de la música lo proyectaron al cine y participó en 22 películas, en las cuales actuaba e interpretaba las canciones fruto de su inspiración, tales como: Lágrimas de mi barrio, Me sacaron del Tenampa, Me caíste del cielo, entre otras.
No puedo opinar de sus dotes histriónicas porque no he visto ninguna de sus películas pero, como dice el dicho “Por la víspera se saca el día”, los títulos de las cintas nos hacen presumir que no son material de festival ni mucho menos, en desagravio podemos mencionar que no fue el primero ni el ultimo que es engañado con el canto de las sirenas y es víctima de productores abusivos que encandilan a ídolos populares para “inmortalizarlos en la memoria colectiva” con películas donde figuran en papeles protagónicos, sin importar que no tenga ni nociones de actuación, aprovechando la escasa cultura del pueblo y el ego del ídolo sobredimensionado.
Filmografía
Cornelio participó en películas como: El ojo de vidrio (1969), La captura de Gabino Barrera (1970), La venganza de Gabino Barrera (1971), Valente Quintero (1973), La yegua colorada (1973), Lágrimas de mi barrio (1973), Me caí de la nube (1974), Me caíste del cielo (1975), El hijo de los pobres (1975), Soy chicano y mexicano (1975), Guadalajara es México (1975), Yo y mi mariachi (1976), México de mis Amores (1976), El andariego (1978), El llanto de los pobres (1978), De Cocula es el mariachi (1978), El norteño enamorado (1979), El ladrón fenómeno (1980), Contrabando por amor (1980), Las sobrinas del diablo (1983), La esperanza de los pobres (1983). Usted amable lector juzgue, la mejor opinión es la suya.
Discografía
Cornelio grabó 60 discos que lograron convertirse en éxitos en su mayoría y aunque el cantar con acompañamiento de mariachi le dejó buenos dividendos y una mayor proyección, nunca abandonó del todo el estilo que lo catapultó a la fama y por ello siguió cantando la música norteña, solo y con Ramón Ayala, con quien mantuvo contacto permanente y no fueron pocas las ocasiones en las que se presentaron ante públicos numerosos que les coreaban las canciones con las que “Los Relámpagos del Norte” saltaron a la fama.
Cornelio Reyna encabezó una serie de seguidores mexicanos y texanos que cantaron sus canciones e imitaron su particular estilo y de ellos podemos citar a Michael Salgado, La Mafia, Los Bravos del Norte, Emilio Navaira, Salomón Robles y muchos mas.
Emilio Navaira – La rama del mezquite
En 2009 el grupo Intocable grabó su disco “Classic”, cuyo contenido en su mayoría son composiciones de Cornelio.
Reconocimientos
A lo largo de su carrera de 30 años recibió múltiples trofeos y reconocimientos, el último que tuvo en vida fue el “U Got It Award” que recibió de parte del popular programa de música texana “The Johnny Canales Show”.
De parte de Reynosa –su ciudad adoptiva- fue objeto de varios reconocimientos y ahí mismo por disposición del Gobierno del Tamaulipas, a partir de 1997 en un homenaje póstumo fue bautizada una calle con su nombre.
En Coahuila –su estado natal- también fue objeto de homenajes.
En la Ciudad de México y gracias al esfuerzo de amigos y compositores se erigió una efigie en la tradicional Plaza Garibaldi, la parroquia del mariachi en el D.F.
El 7 de mayo de 1997, en el senado del estado de Texas se instituye un día de duelo por su fallecimiento, ingresando al salón de la fama en el año de 1998 en la ciudad de San Antonio, Texas.
Sin embargo creo que el galardón más valioso para él será el cariño de la gente que a través de sus canciones lo recuerdan y mantienen vivo en sus corazones.
Vida personal
Así como fue su vida profesional de agitada, su vida familiar fue muy convulsa, estuvo casado 4 veces, la primera con María Luna (QEPD) con quien procreó 3 hijos: Victor Cornelio y Faustino. Con Irene Gutierrez procreó a Alberto (Cornelio Reyna Jr. QEPD) y Marisol, su tercera relación la tuvo con Mercedes Castro (la cantante de rancheras) y la última con quien compartió sus últimos 23 años de vida fue Dolores Jacinto, a quien cariñosamente llamaba “Marita Reyna”.
Murió el 22 de enero de 1997 en la Cd. de México a causa de una úlcera estomacal después de haber realizado una larga gira de 6 meses en varias ciudades de E.U. y que abarcó desde junio hasta el 24 de diciembre, moriría poco en poco menos de un mes. La duda que queda sin contestar para siempre es si esa agenda tan saturada de trabajo precipitara su muerte.
En México se trasladaron sus restos a la “Plaza Garibaldi” para rendirle un homenaje de despedida, de ahí fue llevado a Reynosa en donde una multitud lo esperaba con muestras de incredulidad por lo inesperado de su muerte y con grandes expresiones de dolor tan propias de nuestro pueblo.
Descansa en paz Cornelio, tu música será legado inolvidable para muchas generaciones futuras.
* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador
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Cornelio Reyna, peculiar y hermosa voz!!!
Que gran artista don cornelio, me hubiera gustado haberle conocido, pero también gracias por su buena música ya que con ella, y sus películas, podemos recordarlo, y nunca olvidarlo.
Fue un gran artista Dios lo tenga en su santo reino