Espejo desenterrado: Taxi Uber
Por Karla Valenzuela
Son muchas las historias que se pueden registrar cuando uno viaja en el transporte urbano. Nunca falta, por ejemplo, que el chofer vaya a todo oído escuchando “Hotel California”, a ritmo de cumbia y en español, y que un pasajero diga “está tan curada la rola esa que hasta la hicieron en inglés” (créame, estimad@ lector@, estas cosas pasan).
Pero también, muchas historias se cuentan en los taxis y a propósito de ellos. Si no, pregúntele a Daniel Díaz, el taxista que buscaba relatos a través del retrovisor y luego los publicaba en el blog de 20minutos “nilibreniocupado”.
Podemos también recordar los relatos citadinos de la Sefchovich, de María Pia López y de tantos otros que hacen literatura de la vida contemporánea. Incluso, se tiene que hacer mención de la ópera prima del escritor egipcio Khaled Al Khamissi, titulada así, precisamente “Taxi”, o la de Ruth Gogoll, “Taxi a París”.
Ya , en su defecto, puede usted recurrir a obra máxima del nunca bien querido por todos Ricardo Arjona con sus “Historias de taxi”, aunque, – de veras- si usted ha leído antes alguna de las obras mencionadas, la letra de esta canción le podrá resultar una verdadera bazofia.
El caso es que todos tenemos alguna –buena o mala– experiencia dentro de un taxi y ahora que ya casi –y gracias a Dios– llega Uber, todititas las historias vividas y leídas o vistas en las películas se me vienen a la mente.
Estoy segura de que con la entrada de esta empresa nuestros relatos serán positivos, por lo menos yo tengo tal esperanza y es tanta mi expectativa como cuando adquiero un libro nuevo y quiero ya saber de qué se trata. Enhorabuena por mi amigo, Director del Transporte, Luis Iribe. De seguro, luego de la entrada de Uber el transporte de alquiler contará otra historia…