Tono y son: Antonio Valdez Herrera

Por: Jesús M. Corona M.
Toca el turno ahora comentarles de la vida y obra de otro compositor orgullo sonorense, surgido de esta tierra generosa para México y el mundo.

Las fichas biográficas existentes consignan que nuestro personaje nació un 13 de septiembre en Cócorit, Son., pero sin dar a conocer el año. Sus padres fueron Tomás Valdez y Carlota Herrera.

No hay referencia alguna respecto a sus primeros años de vida en Cócorit (que si la memoria no me traiciona, es un vocablo yaqui que significa “chiltepín”). Es uno de los siete pueblos tradicionales de la tribu yaqui y está ubicado a unos 3 kilómetros al poniente de Esperanza, fundado unas docenas de años antes que Cd. Obregón, y la propia Esperanza es un lugar apacible y adornado por vegetación exuberante y algunos árboles centenarios, mudos testigos de innumerables sucesos históricos y sociales de trascendencia regional y estatal.

El hecho es que los datos biográficos del maestro Valdez Herrera los tenemos a partir del año 1940, mismos que reseñan su traslado a Mexicali, B.C., lugar a donde llegó a trabajar como locutor, actividad que realizó durante algunos años. No es difícil suponer que el desempeño de dicho oficio y la convivencia permanente en el mundo radiofónico, que por aquellos años representaba el único medio de contacto masivo disponible, para actores cómicos o dramáticos, cronistas de cine, teatro y una televisión incipiente, amén de los que reseñaban eventos deportivos o taurinos, etc. echando a volar la imaginación del auditorio con noticias, mensajes y emociones en ese mundo de sueños que era la radio, antes de que la televisión la desplazara en la preferencia del pueblo. Ese contacto con el medio del espectáculo y la música, necesariamente detonó una vocación latente que por años espero manifestarse cuando las condiciones fueran propicias para fluir como venero de agua que brota inesperadamente. Por ello en 1953 al componer su primer canción del género ranchero que tituló “Sin fe”, dio inicio a una fructífera carrera en la que compuso más de 600 canciones que lo proyectaron internacionalmente.

En 1957 se trasladó a la Cd. de México y ahí continuó su carrera de comunicador, pero combinando su actividad de locutor con la de intérprete musical, y para ello formó el Dueto Amanecer, con Carolina Arias Navarro, originaria de Pénjamo, Gto. Y que ya era conocida en el medio (por lo menos en su tierra), porque junto con su hermana Graciela cantaba en un dueto denominado “Dueto Hermanas Arias”.

El maestro Valdez Herrera estaba predestinado al éxito, porque en 1958 compuso la canción “Renunciación”, que le abrió las puertas de la fama y que fue una de las que le dio mayores satisfacciones de todas las que surgieron de su inspiración, con esta canción se dio a conocer también como intérprete y grabada con Dueto Amanecer constituyó un éxito en la radio.

Dueto Amanecer – Renunciación

Hizo valiosas alianzas con Antonio Cantoral García, José Vaca Flores y Ramón Ortega Contreras, mismos con los que realizó algunas coautorías. De su amplio repertorio podemos destacar algunas que se convirtieron en sonados éxitos como: Por si voy a morir (ya me voy) con Chelo, Con mis propias manos (Javier Solís), Renunciación (Vicente Fernández), Tu camino y el mío, Esta tristeza mía, El cachanilla, que se puede considerar como el himno de Baja California y que los llena de orgullo e identifica a nivel nacional, curiosamente se convirtió en un éxito en la voz de otro coterráneo Gilberto “Sahuaripa” Valenzuela, y que ellos adoptaron como al maestro Valdez Herrera.

Gilberto Valenzuela – El Cachanilla

Otras canciones de él fueron: Arboles viejos, cancioncita mía, Plegaria a la Virgen, Si me sorprendes llorando, cuando te hagan sufrir, Como una paloma, Solo falsas promesas, Sabor amargo, y muchas más que le fueron grabadas por figuras como Lola Beltrán, El Coyote y su banda, Antonio y Pepe Aguilar, Aída Cuevas, Lupillo Rivera, entre otros.

Vicente Fernández y Javier Solis – Esta tristeza mía (comparación)

Afortunadamente recibió en vida muchos reconocimientos a su extensa producción musical, tales como: “Trofeo Domingos Alegres” en Mexicali, B.C., “Pípila de oro” en León, Gto., “Venado de oro” en Cd. Obregón, Son., “Medalla Agustín Lara” de la Sociedad de Autores y Compositores de México, y otros más.

Antonio Valdez Herrera se describía de esta manera: “Mi carácter es fuerte, tal vez por proceder del Norte de la República, sin embargo me gusta ayudar a mis semejantes. Soy estrictamente fiel a mis principios y responsabilidades, amigo respetuoso y vertical, un padre y esposo amoroso”.

En cuanto a su trayectoria como compositor declaró: “Estoy agradecido por haber recibido de Dios la gran virtud de comunicarme con mi pueblo a través de la composición de canciones, que han quedado en el gusto popular y que artistas de todas las categorías –si es que las hay- se han molestado en grabar mis modestas canciones y que en mi carrera como compositor me haya permitido dar a mis hijos una formación, educación y una relativa comodidad”.

Falleció el 5 de enero de 2007 en la Cd. de México y nos deja para la posteridad un acervo musical sumamente valioso y apreciado por millones de seguidores de su música y canciones ricas en sentimiento y romanticismo de las que llegan al corazón. D.E.P. ojalá que el ISC difundiera su obra y la diera a conocer a las nuevas generaciones, desconocedoras de sus raíces  y seguidoras de corrientes musicales muy ajenas y diferentes a nuestra idiosincrasia, que gradualmente por imposición de las grandes corporaciones internacionales del rubro musical, si nuestras autoridades gubernamentales (S.G., S.E.P., S.C. etc) no hacen su tarea, terminarán por anular nuestra música vernácula.

Antonio Aguilar – Tu camino y el mío

* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador

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