500 millones de años al descubierto

Hallan investigadores de Unison, Argentina y Francia, fósil en Sonora

Organismos fósiles con más de 500 millones de años de antigüedad fueron hallados en la región de Arivechi, por investigadores de la Universidad de Sonora, en trabajo conjunto que realizan con expertos de México, Argentina y Francia.

Se trata de fragmentos de esponjas muy antiguas, denominadas protoesponjas, que vivieron en los mares de Sonora durante el periodo Cámbrico, explicó Matilde Silvia Beresi, del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (Ianigla), en la provincia de Mendoza, Argentina.

La investigadora Beresi también cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Mendoza, Argentina, y participa en el proyecto “La Revolución Cámbrica y la gran radiación del ordovícico en el norte de México y Oaxaca”, que lidera en la Unison el docente Juan Palafox Reyes, y cuenta con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

“Los fragmentos encontrados corresponden a la tercera colección de este tipo de esponjas halladas en el mundo, después de las dos muestras localizadas en Estados Unidos, en lo que antiguamente se llamaba el Continente de Laurentia, y un fragmento más que se encontró en China. Ahora, nosotros, acá en Sonora, tenemos el tercer hallazgo de este tipo de esponjas que son muy antiguas, simples, pero nos hablan del inicio de la edad del florecimiento de colonias de estas esponjas”, comentó.

Entrevistada junto con el académico Palafox Reyes, la investigadora argentina precisó que la importancia de este hallazgo es que es la tercera en el mundo y abre la posibilidad de estudiar esta especie de esponjas que vivieron hace 500 millones de años y nos aportarán información sobre sus características y el ambiente en el que vivieron.

“Son informaciones paloambientales, es paleontología pura sobre estas esporas”, añadió al comentar que será importante estudiar este punto como localidad fosilífera para el estudio cámbrico a nivel global, haciendo las comparaciones entre las diferentes esponjas halladas en Utah y en China, así como con el cámbrico de Laurentia y otros del mundo.

Mencionó que Laurentia era una plataforma marina no muy profunda que estaba bordeando el cratón americano, y la parte de Sonora estaba integrada a esa plataforma marina donde florecían muchas colonias, mucha fauna, mucha vida. “Había una biota muy importante, pues eran aguas tibias, cálidas”.

Matilde Silvia Beresi dijo que estas esponjas son metazoos, animales muy primitivos. “Las esponjas corresponden al filum poríferas y no estaban organizadas en órganos, pero tenían capas de células, unas capas con poros externos por donde les pasaban las corrientes de agua con microorganismos que les servían de alimentos.

“Eran muy simples, en forma de vaso, en forma de globos, redondas, y algunas tenían una estructura mineral para apoyarse en el fondo oceánico, y generalmente vivían en colonias, en grupos”, precisó.

Beresi comentó que llegaron al lugar en una planificación realizada con anterioridad por Palafox Reyes a buscar fósiles, pero no significaba que fueran a encontrarlos, como sucedió.

“Por eso es un hallazgo realmente trascendente, pues son fragmentos muy pequeños en un espesor de roca importante”, advirtió al agregar que tuvieron que limpiar y escarbar en un área muy extensa.

“No es fácil encontrarlos”, apuntó, y dijo que por estudios realizados se sabe que en esa área hay rocas de la edad Cámbrica, pero en realidad no se sabe si hay restos fósiles hasta que los encuentras, y lo hallado les da una pauta para seguir buscando y continuar con el trabajo de investigación.

Palafox Reyes explicó, por su parte, que el proyecto “La Revolución Cámbrica y la gran radiación del ordovícico en el norte de México y Oaxaca” se desarrolla en forma conjunta con investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Conicet, de Argentina, y la Universidad de París, Francia. (BE)

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