miércoles, noviembre 20, 2024
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Tono y son: Alberto Domínguez Borrás

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Por: Jesús M. Corona M.
Jesus_M_Corona_MSaltó a la fama universal, gracias a un par de canciones que impactaron fuertemente en el ámbito musical, tanto en México como a nivel internacional.

Me estoy refiriendo a Perfidia y Frene. Que rompieron récord de grabaciones y ventas en muchos países y que han sido cantadas e interpretadas en una diversidad de estilos que comprenden hasta el rock y el jazz.

Los Panchos – Perfidia

 

Perfidia fue grabada por 239 intérpretes que incluyen a: Benny Goodman, Frank Purcell, Glen Miller y Louis Armstrong, nada más y nada menos que la crema y nata de las mejores y más reconocidas orquestas a nivel mundial de la época.

Por su parte, Frenesí con 209 intérpretes, entre los que podemos citar a: Artie Shaw, Billy May, Duke Ellington, Frank Sinatra, Ray Charles y muchos más (Artie Shaw la hizo a tal grado que se ganó el mote de Mr. Frenesí), además de nuestros principales cantantes que por aquellas fechas estaban de moda.

Artie Shaw – Frenesí

 

Esas canciones fueron grabadas por lo menos en 12 idiomas, por lo que podemos deducir especulativamente que, por lo menos la mitad de la población del orbe pudo apreciar la belleza de esas piezas musicales en su idioma vernáculo.

Viendo el boom que había provocado con sus canciones, Emilio Azcárraga (el famoso Tigre) aconsejó a Alberto Domínguez y le sugirió: “Nunca vendas tu música porque es el seguro que te permitirá saciar tus necesidades en la vejez”.

Acatando esa recomendación el maestro Domínguez firmó un contrato de edición con Peer International, empresa que puede decirse se convirtió en su salvadora.

Alberto vio la luz por vez primera el 21 de abril de 1907 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, siendo sus padres Don Abel Domínguez y Doña Amalia Borrás, quiero suponer que en parte por influencia paterna de oficio músico y los genes heredados, de esa familia resultaron tres músicos de profesión, porque además de Alberto, sus hermanos Abel y Armando hicieron carrera en el ámbito musical, algo parecido al caso que se dio con los Martínez Gil.

Desde una edad muy temprana y con tan solo seis años de edad dio muestra del talento que traía latente, compuso sus primeras obras: El tecolote de Guadaña y Viva la feria, inspirada en la fiesta de San Cristóbal.

Emilio Tuero – Frenesí

Inquieto el hombre, era un autentico pata de perro, pues no permanecía mucho tiempo viviendo en el mismo lugar y en nuestro país vivió en el D.F., Matamoros y Puebla, y fuera del país estuvo viviendo por temporadas en Estados Unidos y en Alemania. Estableciéndose definitivamente en nuestro país entre 1944 y 1975 aunque realizando viajes esporádicos a Estados Unidos, Las Antillas y Europa.

El maestro estudió la carrera de pianista, dirección de orquesta y composición, tanto en la Escuela Nacional de Música, como en el Conservatorio Nacional de Música, pero su talento le facilitó trabajar también como arquitecto autodidacta y constructor de casas y edificios, en sus ratos libres practicaba la gimnasia olímpica y el box.

Fue compositor de tiempo completo, primero al lado de su padre y hermanos en la afamada Lira de San Cristobal de las Casas, después con Gonzalo Curiel y otros grandes artistas, finalmente en los grupos que formó.

Amparo Montes – Humanidad

Premios y reconocimientos

Fueron muchos los homenajes y reconocimientos que le otorgaron como: Los diplomas de Broad Music, por Perfidia y Frenesí en 1941, en 1944 Radiolandia le entregó diploma de primer lugar de popularidad de su canción Humanidad. En 1945 Radiolandia y la Loteria Nacional le otorgaron diplomas por primer lugar a su tema Hilos de plata, en 1946 la Editorial Mexicana de Música Internacional le hizo entrega del trofeo de madera y bronce por su canción Por la cruz, ese mismo año Radiolandia le entrego también un reconocimiento de primer lugar a esa misma obra. En 1957 y 1961 Promotora Hispanoamericana de Música le dio reconocimiento de primer lugar de popularidad por sus canciones Hilos de Plata y Eternamente. Posteriormente en Salamanca, Guanajuato, le entregaron el Pípila de Plata, por la trascendencia de su obra, también en 1969 se le dio un reconocimiento con diploma y medalla de oro por sus millones de ventas en Estados Unidos de sus clásicos Perfidia y Frenesí. Ese mismo año El Universal le entregó un diploma especial por la relevancia de su obra, lo mismo hizo la Secretaría de Turismo premiándolo por la importancia de su obra y el prestigio ganado para él y su país. Recibió muchos otros homenajes en vida y póstumos que sería ocioso mencionarlos.

Juan Arvizu – Hilos de plata

 

El prestigiado director de orquesta Glenn Miller al referirse a Alberto lo llamaba “El musicalizador de la Segunda Guerra Mundial” ya que según sus propias palabras “Cuando llegaba con mi espectáculo musical a los diferentes frentes que visitaba para distraer a los soldados, la canción que mas solicitaban era Perfidia”. Este famoso director y arreglista tenía un repertorio muy amplio que incluía canciones como: Moonlight Serenade, Blue Moon, American Patrol, Chattanooga Choo Choo, In the Mood, por mencionar las más conocidas en nuestro país.

Glenn Miller – Perfidia

 

Digno también de destacar de la brillante carrera del compositor, es el hecho de que tanto Perfidia como Frenesí hayan roto records de permanencia en los primeros sitios del Hit Parade de los Estados Unidos, porque habiendo estado entre las más escuchadas de la década de los cuarentas, regresaron a esas mismas listas en los cincuentas y sesentas.

El maestro Domínguez supo capitalizar la fama lograda en el entorno internacional gracias a esos éxitos y asesorado por el gobierno federal, el embajador de México en Estados Unidos y la SACM, y logró abrir las puertas al pago de derechos autorales de EU hacia México, lo que representó una enorme aportación para él y para el gremio musical de nuestro país. Preocupado por los derechos de sus colegas se convirtió en cofundador de los gremios autoral y musical de México, y luchó incansable por el reconocimiento de la sociedad de autores en todo el mundo, habiendo culminado su esfuerzo con el reconocimiento de pago por los derechos autorales.

Los Tecolines – Por la cruz

A consecuencia de dos infartos consecutivos, el 2 de septiembre de 1975 falleció el laureado compositor dejando para la posteridad una obra musical que da orgullo y prestigio a la música mexicana en el mundo.

Sus funerales e inhumación los efectuaron en el panteón jardín acompañando sus restos mortales personalidades del medio, compositores, cantantes y ejecutivos de la industria de la comunicación y del pueblo que siempre llora la partida de sus ídolos.

Gracias Alberto por haber prestigiado tanto a México con tu obra maravillosa. Descanse en paz.

 

Los Tecolines – Eternamente

 

* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador


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