2017 ¿pozo de los lamentos?
Por Karla Valenzuela
Hay quien dice, como Nostradamus o las mismísimas profecías mayas, que el 2017 será catastrófico no sólo para algunas regiones, sino para todos; es más, hay quien asegura que se prevé un nuevo terremoto en California de dimensiones estratosféricas y, todavía más, que podría empezar a fraguarse la Tercera Guerra Mundial y, por si fuera poco, una gran furia de meteoritos podría caer en todas las regiones, lo que significaría, ahora sí, el fin del mundo.
Así las cosas, nuestro futuro inmediato no se ve muy promisorio. Es más, ni siquiera se vislumbra que podamos tener futuro.
Yo, estimad@ lector (a), no soy tan supersticiosa como para creer en tales predicciones, pero lo que sí es cierto es que se avizora una temporada difícil para México y, quizás, para el mundo entero, no solamente porque ahora exista Donald Trump en el panorama, ni porque el gasolinazo -tan negado por Peña Nieto en el 2015- ya es ahora inminente y de proporciones fatales, sino porque ahora es cuando sólo nos quedan dos caminos: levantar la voz por lo que no nos gusta o quedarnos callados para siempre; y ese dilema siempre nos provocará problemas en inestabilidad, primero emocional, después, social. Aún así, lo crucial, es que -a pesar de mantenernos todos los días, a todas horas, informados sobre lo que pasa en el mundo y en nuestro entorno más cercano a través de todos los medios habidos y por haber, no creo que nuestra sociedad esté preparada para tomar una decisión de cualquiera de los dos lados, y eso es únicamente porque no estamos preparados para unirnos por una causa, simple y sencillamente porque creemos que todos tenemos nuestros propios intereses y no pensamos, en la mayoría de las ocasiones, en el bien común.
Así, el 2017 será de despotricar una y otra vez en cualquier red social sobre todos los temas que nos aquejen, hasta que cualquier otro tema en boga nos haga callar. Al menos es lo que pasa todo el tiempo; al menos es lo que no pasa nunca.
¿Qué necesitamos para que el próximo año sea mejor? Pensar, reflexionar y actuar por el bien de nuestras familias, por el bien de todos. Por supuesto, eso implica ir también planificando nuestro voto para el 2018, si es que el temido 17 nos deja fuerza.
La vida, estimad@ lector (a) no está sólo hecha de quejas, también está hecho de acciones y en una actitud más propositiva ante la vida.
Propongamos un mejor futuro en unión y dejemos el pozo de los lamentos para los que ya no tienen esperanza.
*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.