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El color de las amapas: Breve historia del Instituto Mexicano del Seguro Social en México y Sonora

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Por Ignacio Lagarda Lagarda
Antes que llegara el IMSS a Sonora no existía la seguridad social  para los trabajadores. En algunos casos el patrón negociaba con los médicos particulares para que se encargaran del servicio médico de sus empleados.

En Obregón, los servicios médicos los prestaba el ayuntamiento a través del hospital municipal localizado por la calle Zacatecas al norte donde hoy en día se encuentra el parque Los Pioneros.

En Cananea el hospital El Ronquillo ofrecían el servicio en nombre de la compañía minera y en Hermosillo, desde principios del siglo XX, el hospital civil ofreció los servicios hasta 1948 y a partir de entonces lo hizo el hospital general del estado. En Navojoa también existía un hospital municipal.

Los primeros pasos hacia la seguridad social los dieron los ejidatarios organizados en el Valle del yaqui al crear un sistema de atención médica ofrecido por la Secretaría de Salubridad y Asistencia conocido como “Servicios médicos ejidales”, formado por un conjunto de doctores y enfermeras que recorrían la región y los campos del Valle dando consulta y atendiendo los problemas de salud.

Después se instaló una clínica hospital en Cd. Obregón donde se concentraban los enfermos que requerían ser internados. La clínica estaba ubicada en la esquina noroeste de las calles Guerrero y 5 de Febrero, donde anteriormente estuvo la tienda de chinos llamada “Cinco Hermanos”.

Estos servicios a pesar de ser de modestos recursos otorgaban un buen servicio y gozaban de buena aceptación entre los ejidatarios. El director era el Dr. Rafael Cervantes Mejía, y el subdirector el Dr. Efrén Rojas Juanco.

Durante el sexenio de Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958) siendo director general del IMSS el Lic. Antonio Ortiz Mena, quien había declarado “el IMSS se va a las regiones donde hay producción. Es un negocio como todos los seguros, solo que éste es patrocinado por el gobierno con efectos coactivos”, se fijaron los lineamientos para orientar el régimen de Seguridad Social en nuevas direcciones y llevarlo por primera vez al medio campesino, tocándole al estado de Sonora ser seleccionado para su establecimiento en los valles del Yaqui y Mayo, y en 1954 se envió a Sonora una delegación de técnicos para que estudiara el caso de los “Servicios médicos ejidales”, que ya funcionaban con buenos resultados. Ésta sería la plataforma para la instalación de los servicios del IMSS en el estado.

Ese mismo año se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto del 27 de agosto de 1954 que implantaba el régimen obligatorio del IMSS en Cajeme, Navojoa, Huatabampo, Etchojoa, Bácum, Guaymas y Empalme.

La  llegada del IMSS  a Sonora no fue fácil, debido a la oposición de médicos y hospitales privados que no querían una competencia pública.

Los servicios del IMSS iniciaron el 12 de octubre de 1954 en todos los municipios mencionados excepto en Hermosillo, debido a que los médicos privados, agrupados en la Federación Médica de Sonora y la Asociación Médica de Hermosillo, que organizaron un fuerte movimiento para impedir la llegada del IMSS a esa ciudad.

En los municipios del sur, los servicios del IMSS se iniciaron con la absorción de los “Servicios médicos ejidales”, que ya se prestaban exitosamente

En un congreso de la Federación Médica de Sonora celebrado en Guaymas a mediados de 1954, el Dr. Fidel Ruiz Moreno, secretario general del sindicato del IMSS, les informó los planes del IMSS para hacer el ensayo de la implantación de sus servicios en el campo, y como los valles agrícolas de Sonora estaban en todo su apogeo en cuanto a trabajo y producción, era inminente la presencia de la institución en el estado.

Los médicos hermosillenses manifestaron su inconformidad ante el líder sindical y le exigieron que el IMSS contratara a los médicos radicados con anterioridad en la localidad donde prestara sus servicios con las prestaciones de ley tomando en cuenta que Sonora era considerada como vida cara y por los manejos de los contratos laborales de parte del doctor Manuel Moreno Islas, quien fungía ya como una especie de delegado del IMSS en Sonora supervisando el servicio de los “Servicios médicos ejidales”, desde antes de la celebración del mencionado congreso.

La Federación Médica resolvió enviar un telegrama al presidente Ruiz Cortines, expresándole que apoyaban la implantación del IMSS en Sonora pero reprobaban la actitud del Dr. Manuel Moreno Islas por estar improvisando asociaciones médicas y por subrogar contratos por servicios a sus amigos como los doctores Rafael Cervantes Mejía en Obregón  e Ignacio de las Fuentes en Navojoa.

El telegrama apareció en el periódico Excélsior de la ciudad de México y estaba firmado por el presidente de la Federación Dr. Gastón S. Madrid y siete delegados de igual número de ciudades del estado.

El 7 de octubre de 1954, el Dr. Moreno Islas publicó una columna en el periódico El Imparcial de Hermosillo invitando a la Federación a incorporarse a los servicios del IMSS convocándolos a una junta para dilucidar el asunto.

El conflicto no se resolvió y en la prensa estatal y nacional siguieron apareciendo escritos de ambos bandos culpándose mutuamente.

El 11 de octubre de 1954 aparece en el periódico Excélsior  una nota que informa que el Dr. Mauro Loyo, subdirector médico del IMSS, y el Lic. Carlos Román Celis, jefe del departamento de prensa, partieron a Sonora para inaugurar las clínicas del IMSS en Hermosillo, Guaymas, Obregón y Navojoa que beneficiarán a 195,700 trabajadores.

En Hermosillo los servicios se empezaron a prestar en un local que antes había operado como prostíbulo con médicos llevados desde Obregón. La Asociación Médica de Hermosillo, encabezada por el Dr. Alfonso Durán Vázquez reaccionó oponiéndose y solicitando el apoyo de las otras asociaciones del estado y del país, obteniendo de parte de las autoridades la suspensión de las actividades del IMSS hasta que el conflicto se resolviera.

Mientras que en Hermosillo se daba una fuerte  oposición, en Cd. Obregón empezaron a trabajar los primeros médicos y el personal administrativo hacía lo propio trabajando arduamente en la afiliación de los derechohabientes, al inicio los trabajadores del campo y después los de la ciudad.

En 1954 se había empezado a construir en Cd. Obregón una clínica privada propiedad de dos médicos de Navojoa,  los doctores Sánchez y Monsiváis, quienes pretendían ofrecer sus servicios a los habitantes de Cd. Obregón. Los doctores navojoenses, al enterarse de la llegada del IMSS a la ciudad, cancelaron su proyecto y le vendieron el edificio en construcción a la institución.

Así nació la primera clínica del IMSS en Sonora ubicada en la calle 5 de Febrero entre Allende y Náinari.

Una vez instalada la clínica del IMSS, se atendían diariamente cientos de pacientes en un edificio que no tenía aire acondicionado, los consultorios solamente tenían un escritorio para el médico y una silla para el paciente.

Los primeros médicos que prestaron sus servicios en esa clínica fueron Efrén Rojas Juanco, José Díaz Santacruz, Federico Valenzuela, Refugio Miranda, José Antonio Cerecer Beltrán y Enrique Muñoz Martínez.

Don Pedro Loera Osorio, el primer empleado administrativo de la clínica que ingresó al Departamento de afiliación y su primera tarea fue realizar la afiliación de los trabajadores del campo que ya estaban incorporados a los “servicios médicos ejidales”, recuerda:

 “El problema vino cuando se quiso afiliar a toda la ciudad. Era tanta gente que un grupo de diez muchachas debían trabajar de 6:00 a 21:00 horas diariamente, se contaba con poco personal médico, no había delegado, sino un supervisor que venía de la Ciudad de México, el doctor Manuel Moreno Islas”.

Don Pedro Loera Osorio afirma que las primeras oficinas del IMSS se instalaron en los altos de la esquina de Sinaloa y No Reelección y en 1956 se trasladaron a 5 de Febrero casi esquina con 6 de Abril. Posteriormente se ubicaron en los altos de Chihuahua y Galeana y de allí a Miguel Alemán y Guerrero.

 “Pero aquí no había tanto problema como en Hermosillo. Allá hubo hasta incendios de las instalaciones del Instituto, provocados por los protestas de los médicos privados. Esos médicos cambiaron de parecer cuando ingresaron a trabajar al IMSS cuatro horas diarias”, afirma don Pedro Loera Osorio.

Durante el primer año en Sonora el IMSS otorgó sus beneficios a 81,804 personas.

Mientras tanto en Hermosillo, el 26 de marzo de 1955, un grupo de médicos miembros de la Unión de Médicos de Cajeme encabezados por el Dr. Efrén Rojas Juanco, se presentaron en Hermosillo para prestar sus servicios en la clínica del IMSS.

La reacción de los médicos hermosillenses no se hizo esperar y fueron a hacerle guardia en su casa al gobernador Ignacio Soto Martínez hasta que los recibiera, mientras cerraron sus consultorios como protesta y solo daban servicio gratuitos en el hospital general.

Le manifestaron al gobernador no estar en contra de la instalación del IMSS en Hermosillo, siempre y cuando se hiciera con las siguientes condiciones: Contratación de trabajadores de acuerdo a la ley, contratar solamente a médicos de Hermosillo y considerar en los salarios que Sonora era considerada como vida cara.

El gobernador Soto les prometió ayudarles ante las autoridades del IMSS pero condenó su movimiento considerándolo anti humanitario.

El 31 de marzo de ese año, el director general del IMSS Lic. Antonio Ortiz Mena, declaró en el Distrito federal que: “ Le parece verdaderamente reprobable que un grupo de profesionistas de la medicina haya dado un paso que no reconoce precedente y que esta reñido con la misión que han elegido y les tiene confiada la sociedad y que ha podido precisarse que es un grupo reducido de médicos de Hermosillo y no precisamente los más capaces el que suscitó esta leve nube de verano.”

Los médicos hermosillenses reaccionaron enviándole una carta diciéndole que: “sus médicos enviados a Hermosillo habían venido a ofrecerles participar del magnífico negocio que sus colegas de Navojoa y Obregón estaban haciendo con el IMSS, lo que contradecía a la falta de moral, dignidad y decencia que él les estaba cuestionando a ellos y que no se oponían al establecimiento del IMSS en Hermosillo sino que solo repudiaban la forma de contratación subrogada, por indigna y denigrante para la clase médica y que consideraban inmoral el procedimiento de las autoridades.”

Mientras tanto el movimiento de los médicos hermosillenses empezó a recibir el respaldo de sus colegas en Tijuana, Mexicali, Zacatecas, Yucatán, Agua Prieta, del Sindicato Nacional de Médicos y los periódicos Herald y Daily Star de Nogales y Tucsón Arizona, informaban del su movimiento.

Finalmente, a las 15:30 horas del 5 de abril de 1955 se resolvió el problema quedó resuelto entre la Asociación Médica de Hermosillo, liderada por el Dr. Fernando Bolívar, la Federación Médica de Sonora, encabezada por el Dr. Gastón Madrid, y las autoridades del IMSS.

Del acuerdo resultaron designados como primer director de los servicios médicos del IMSS en Hermosillo el Dr. Domingo Olivares y como subdirector el Dr. Federico Valenzuela, quien sustituyó a Olivares un año después. El Dr. Fernando Bolívar obtuvo un puesto como supervisor en el IMSS, lo que le costó su destitución como presidente de la Asociación Médica de Hermosillo.

En Obregón el director era el  Dr. Rafael Cervantes Mejía, en Navojoa el Dr. Ignacio de las Fuentes, en Guaymas el Dr. Garza, que se manejaban como delegaciones  independientes, con la de Hermosillo como coordinación central.

Los médicos de Hermosillo no fueron contratados como empleados directos del IMSS, sino a través de una Unión de Médicos, que actuaba como patrón de ellos y les pagaba su sueldo hasta 1963, cuando fueron reconocidos como trabajadores por el sindicato, pero perdieron sus derechos de antigüedad de 1955 a 1963.

Al final de  la década de los años cincuenta el IMSS en Sonora contaba con un hospital de 100 camas y una clínica en Cd. Obregón,  otra clínica  en Navojoa y varias unidades periféricas.

Se iniciaron los trabajos para extenderse a Hermosillo, Guaymas, Ures y Empalme. Para entonces el IMSS en Sonora tenía 128,706 afiliados, iniciaba el fomento a la vivienda popular y la creación de tiendas para empleados.

El funcionamiento del IMSS en las áreas agrícolas de Sonora resultó exitoso, por lo que en 1956 se tomó como modelo para implantarlo en la región del Soconusco en Chiapas.

El 18 de agosto de 1958 se inaugura el hospital de Hermosillo con un costo de 12 millones de pesos, constaba de tres pisos y 131 camas.

Posteriormente se inauguró el hospital de Guaymas. Una nota periodística de la época mencionaba que el IMSS edificaría hoteles en Guaymas, Cd. Obregón y Navojoa para alojar a los derechohabientes en tránsito para su atención médica. El proyecto no cristalizó.

El crecimiento y la cobertura de atención continuaron con las unidades médicas de Caborca, Nogales, Puerto Peñasco y San Luis Río Colorado, misma que por su cercanía quedó bajo la jurisdicción de la delegación en Mexicali.

En la primera década de los años sesenta se construyeron las Casas de la Asegurada en Huatabampo y Hermosillo. El segundo nivel de atención médica se daba en Cd. Obregón, Hermosillo, Nogales, Guaymas, Caborca, con el apoyo de hospitales Puerto Peñasco, Costa de Hermosillo y Huatabampo. Los hospitales de Hermosillo y Cd. Obregón recibían pacientes de otros municipios.

En 1960, el Dr. Enrique Hernández Orozco, fue enviado por el director general Lic. Benito Coquet para supervisar las delegaciones en las ciudades del estado, y decidió reunirlas todas en una sola delegación estatal e instalar las oficinas delegacionales en Cd. Obregón cuya responsabilidad asumió y ejerció hasta 1963, cuando fue removido a Jalisco y lo sustituyó el Dr. Federico Valenzuela, que encabezaba la subdelegación en Hermosillo.

En 1963 el primer secretario general de la Sección 13 del Sindicato nacional del IMSS sería el Dr. Alfredo Chacón, sobrino del Dr. Gastón Madrid.

En 1974, se inicia en Sonora la estrategia de extensión de la seguridad social al campo denominada Solidaridad Social, iniciándose la construcción de hospitales en Ures y Álamos y unidades de consulta en los municipios del sur del estado que prestaban servicios médicos de medicina preventiva, salud reproductiva y materno infantil, saneamiento d e hogares, atención médica de primer contacto y atención de cirugía, pediatría y obstetricia en los hospitales mencionados.

En esos años en Sonora las delegaciones contaban con avionetas para supervisión médica, traslados de material, equipo e insumos diversos.

En 1985, se registra el primer caso institucional de SIDA en Sonora y se dota de un laboratorio estatal para la prevención sanguínea y la detección del padecimiento al hospital de Cd. Obregón. Ese mismo año el programa IMSS-Coplamar se traslada a la Secretaría de Salubridad y Asistencia.

El 2 de octubre de 1988 se declara al hospital regional # 1 de Cd. Obregón como Centro Médico Nacional del Noroeste para ofrecer atención de tercer nivel a los derechohabientes de Sonora, Baja California, Baja California Sur y Sinaloa.

 

*Ignacio Lagarda Lagarda. Geólogo, maestro en ingeniería y en administración púbica. Historiador y escritor aficionado, ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia.


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