La Perinola: Contra el solitario
Por Álex Ramírez-Arballo
Eso que llamamos espíritu humano no es una realidad individual, solitaria y absolutamente incomparable, como nos lo quiere hacer ver la sociedad de mercados en la que vivimos. Somos únicos porque nuestras circunstancias de vida son únicas, pero compartimos el mundo con los demás y sin ellos nuestra realidad sería absolutamente imposible. El milagro de la vida humana es que nuestra conciencia es a un mismo tiempo personal y análoga, es decir, es nuestra pero podemos y debemos compartirla con los demás: sin comunidad no hay libertad posible.
Soy un solitario, es verdad, pero contra eso he batallado siempre, porque sé muy bien que todo aislamiento es una pérdida; si me separo de los demás es porque quizás algunos secretos resortes de mi mente-espíritu no funcionan del todo bien, pero jamás porque desee escapar de la gente: hay una distancia enorme entre la timidez y la misantropía.
Soy un convencido de que la plenitud de una vida pasa por nuestra capacidad de minimizar discrepancias y desarrollar similitudes con los demás; lejos del paradigma cruel y mentiroso de la competencia debemos buscar un camino basado en el diálogo, el respeto y la voluntad de colaboración. Hoy más que nunca se nos vuelve evidente esta verdad, y con ella la posibilidad de crear un mundo y un tiempo nuevos en torno a una utopía solidaria basada en el pensamiento libre, el respeto al mundo natural y la diferencia como ejercicio radical de la libertad.
Creo que los que somos padres tenemos sobre nuestros hombros la elevada obligación de educar a nuestros hijos para enfrentar una inminente crisis planetaria; no hacerlo sería condenarlos a un sufrimiento y un fracaso universales. El reto es enorme pero también enormes son nuestras imaginación y nuestra voluntad; es fundamental que preparemos a las nuevas generaciones bajo un nuevo paradigma en el que el encuentro y la conjugación del talento sean la norma.
Soy optimista trágico porque sé bien que las personas que poblamos este planeta encontraremos en algún momento la manera de eliminar el sufrimiento innecesario, aunque para ello debamos de enfrentar una larga lucha llena de dolor y sacrificio.
La vida es cruel, difícil, es verdad, pero es una hermosa aventura que vale la pena siempre. No somos un colectivo, como dicen los sociólogos, sino una enorme y milagrosa familia.
Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com