Espejo desenterrado: Un diciembre de espera
Por Karla Valenzuela
Desde siempre, diciembre tiene un grado de nostalgia para mí. Es el mes donde uno reflexiona todo lo que ha transcurrido en el año – bueno y malo- y hace un balance de los éxitos y de los fracasos, de las decisiones que lograron que tuviéramos un mejor destino en estos meses y de lo que no resultó como esperábamos.
Es el mes donde los recuerdo caen, casi siempre como balde de agua fría, y hacen trizas el corazón y el alma por los momentos que se fueron, por lo que ya no es y nunca será.
Por supuesto, dentro de esos recuerdos están mis navidades de niña, cuando mi padre acostumbraba a convertirse en Santoclós con todo lo que implica: traje rojo, blancura de cabello y barba y una gran voz que imponía ante la emoción de los niños que todos éramos en ese entonces. Por generaciones, esa emoción siguió hasta hoy, y esa sola esperanza de que otra vez llegara el viejito gordinflón a la casa era la que nos mantenía alertas – por lo menos a mí- durante todo el año.
Hoy, después de más de 40 años, añoro tener la certeza de antaño de que algo bueno siempre sucederá; cualquier cosa que haga que la ilusión persista sería buena en este mundo actual en el que todo parece ser un caos.
Imploro tener esa paciencia de niña de esperar 12 meses a que algo que yo deseara sucediera y – entonces sí- poder decir que mis deseos se cumplían.
Añoro tener la misma certidumbre que a veces otorga la ingenuidad, la misma entereza para soportar cualquier adversidad sabiendo que las ilusiones se hacen realidad.
Los seres humanos somos así; necesitamos creer en algo y aferrarnos a esa creencia. Siempre, eternamente, requerimos una esperanza para seguir vivos.
Hoy, en este melancólico diciembre, sólo tengo mis recuerdos y la ilusión de que esta vida nos traerá algo siempre mejor.
Al menos ese es mi deseo para navidad: un indicio, un tanto de felicidad que haga saber que este año de espera ha valido la pena. ¡Feliz diciembre!
*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.
hermosa reflexión que comparto, felices fiestas decembrinas