Espejo desenterrado: El amor en tiempos de Guillermo del Toro






“Incapaz de percibir tu forma… te encuentro a mi alrededor. Tu presencia llena mis ojos con tu amor, pone humilde a mi corazón, porque estás por todas partes”.- The Shape of Water
Por Karla Valenzuela
Hablar de amor siempre es difícil, más en estos tiempos tan apresurados, en estos tiempos en la que parece que la comunicación es cosa de todos los días y, a la vez, estamos tan incomunicados.
Es difícil hablar de amor, sobre todo cuando somos todos tan diferentes – tan iguales, pero distintos en nuestras vidas, en lo que queremos, en lo que somos y queremos llegar a ser.
Y es que el amor, de por sí, es difícil. Hay poca gente que hoy en día encuentra a su otro yo, a su complemento perfecto, a su alma gemela, pues en toda la extensión de la palabra. Pero cuando lo encuentras, hallas también la plenitud y la belleza del mundo que conocemos y la realidad del sueño que creíamos inalcanzable.
Guillermo del Toro, con “The Shape of Water”, logra llegar a esa belleza y escenificarla hasta las lágrimas.
Si bien es cierto que la premisa ya se ha visto en otras historias, Del Toro renueva la manera de narrar un cuento de hadas, con los “monstruos” que amerita, y le da su toque personal, oscuro, melancólico, descorazonado, tan real como si no fuera ficción.
El fiel Doug Jones, que ya había participado en casi todos los proyectos a gran escala del director, logra transparentar sentimientos a través de su “camuflaje” de hombre anfibio ya hace lo suyo también una Sally Hawkins totalmente desinhibida y dispuesta al enamoramiento absoluto. Y claro… ¿cómo no encantarse de los proyectos de Guillermo del Toro?
El soporte de toda la trama es, sin duda, Richard Jenkins, quien de la mano de Octavia Spencer y Michael Shannon, completan el cuadro que sostiene toda una historia fantástica donde una “bestia” y una “princesa” comparten una sola alma.
Y, lejos de todas las polémicas de si es un plagio o no, de si es un cuento muchas veces contado o no, esta es, por mucho, la película más cuidada del mexicano – aunque para mi gusto no rebasa a “El laberinto del fauno”– y también es la que más se acerca a los perfiles de Hollywood.
Siempre en la dolorosa exploración de los sentimientos más absurdos del ser humano, “Totoro” se regodea en la fatalidad -y ahora en la fatalidad del amor- y resulta intoxicantemente exquisito, tanto que, después del Globo de Oro, va para los premios Oscar, tanto que ya tiene el mejor de los galardones: la adoración de sus seguidores, esos que están por todas partes.
Así es el amor… difícil, contradictorio, sin forma… sin embargo está por todos lados…
*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.





